Rap

Es horrible cuando a los que nos dedicamos a expresar nuestras ideas, pensamientos u opiniones en algún medio de comunicación impreso, nos da el conocido “mal del escritor”, ese tan temido bloqueo mental que de alguna forma no nos permite hilar ideas que nos convenzan, que nos hagan sentir satisfechos y claro, tengan coherencia.

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Es horrible cuando a los que nos dedicamos a expresar nuestras ideas, pensamientos u opiniones en algún medio de comunicación impreso, nos da el conocido “mal del escritor”, ese tan temido bloqueo mental que de alguna forma no nos permite hilar ideas que nos convenzan, que nos hagan sentir satisfechos y claro, tengan coherencia.

Precisamente de este “mal” estoy escapando, fueron algunas semanas en las que mi mente estaba revuelta y confusa en algunas ideas y por eso mi ausencia en esta columna.

Muchas veces el desbloqueo ocurre de la manera más curiosa y en circunstancias inesperadas. La semana pasada, mi tío político estaba empeñado en mostrarme un DVD que compró el cual contenía 100 videos, pero como su vista ya está un poco cansada, no alcanzó a ver quiénes eran los artistas que venían en el DVD, el comerciante que se lo vendió –muy audaz- le dijo que eran éxitos del momento, pero no fue así.

La sorpresa de Pepe –el tío- fue que al llegar a su casa se topó con la sorpresa de que eran raperos a los que él en su vida había visto y mucho menos escuchado. Con mucha atención empezamos a ver cada uno de los videos de los raperos que en su mayoría eran del norte y centro del país.

Para ser honesto el rap nunca fue de mis géneros predilectos –lo escuchaba en la secundaria, pero es parte de mi pasado tormentoso- y de ahí no volví a prestarle atención hasta que en los videos pude ver que en la actualidad forma ya una contracultura en nuestro país, me atrevo a decir que lo que alguna vez hizo el rock, ahora lo está haciendo el rap.

Por qué digo esto, vamos por partes; en la actualidad el rock pasa por un estado de relajación, está adormecido, pasó de ser algo contestatario a un estereotipo el cual podemos consumir en los medios masivos de comunicación, la rebeldía se cambió por la pose, los poderosos riffs se callaron y dieron paso a los acordes somnolientos, los grupos de rock ya no existen, tratan de sobrevivir a una época en la que la música es desechable y el rock parece que ya lo es; lo urbano está casi desaparecido; los grupos que empiezan a sobresalir en la escena rockera independiente están reciclando los sonidos de las bandas de finales de los 90, principios de los 2 mil.

Por otro lado el rap toma cada vez más fuerza en nuestro país como un movimiento urbano que su principal premisa es la denuncia.

La música en general puede no tener una gran estructura, las bases melódicas de las canciones pueden sonar muy parecidas, pero las letras y las rimas que en éstas suenan, hablan de lo que ocurre en la actualidad en las calles, la violencia está implícita en cada una de las letras y es éste género el que ahora tiene el poder de ser contestatario.

¿Será el rap el género de las nuevas generaciones? Por ahora es el que lleva la voz cantante en  decir lo que otros no dicen, en plasmar en sus videos lo que otros no se atreven, la vestimenta ya es distintiva, ahora sólo falta ver qué tanta madurez pueda llegar a tener esta música.

Estimados lectores nos leemos la próxima semana.

Saludos y mucho rock.

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