Recolectando romances

Por lo que he de morir, sin duda moriré amándole una vez más, mientras me deshago en palabras como si de ello dependiera mi vida.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Fue ese momento, ese preciso momento en que mis ojos se cruzaron con su mirada, cuando el tiempo se detuvo para mí, cuando por una fracción de segundo que nadie sintió, el universo contuvo la respiración y me enamoré de él, de mi Dr. Jekyll y Sr. Hyde.

Y como mandato divino, le permito arremeter contra los escombros que quedan de mí, esperándolo a él y a nadie más, dejando que una dulce calma invada mis sueños mientras la oscuridad sombría me estremece y llena de encanto la noche en la que él viene a mí, en la que yo voy a él, recolectando romances sobre mi cuerpo.

Por lo que he de morir, sin duda moriré amándole una vez más, mientras me deshago en palabras como si de ello dependiera mi vida, aferrándome al tiempo sin tiempo, a la esperanza sin gloria, a sus ojos sin luz, a un instante sin nada, sin amor.

Y encontrándome con ese vacío una vez más reflejando mi rostro, voy en su búsqueda, voy en su ausencia, estando a centímetros y a kilómetros, en años de espera, logrando que los romances carezcan de sentido, opacándolos con mi urgencia, la necesidad de amarlo, la pasión al amarlo y alimentando de angustias las horas que me queden, perturbándolo con la perversa inocencia que a ratos se apodera de mí mientras me apodero de él.

Lo más leído

skeleton





skeleton