Michel Quoist, el autor de Amor, el diario de Daniel, es también el autor de Triunfo, entre otras obras publicadas por la Editorial Estela, de Barcelona, dentro de la Colección Estela de la espiritualidad.

El texto que hoy leemos está dividido en cuatro partes, cada una de ellas inicia su propio subtítulo con la frase El hombre…

El autor de la obra, nos dicen los editores, tiene un estilo directo, actual, sugeridor; y, a través de él, continúa la línea que une sus escritos: unir en el hombre lo natural y lo sobrenatural.

El libro fue publicado por vez primera en el año de 1960, y ya en 1966 había llegado a las veinticuatro ediciones.

La obra inicia con dos apartados preliminares, en los que el autor une sus reflexiones a las del filósofo Bergson, y a datos estadísticos provenientes de encuestas realizadas por el Instituto francés de la opinión pública.

El autor nos explica que los capítulos de su libro están y no están, al mismo tiempo, relacionados entre sí, pues ha tratado “ex profeso” de rozar algunos aspectos y dejar otros en la sombra.

Leamos algunas de las reflexiones contenidas en el libro del que hoy hablamos, y que se encuentran presentes en los epígrafes que dan inicio a cada apartado:

“Al igual que la vida del Mundo, el acontecimiento que es sólo una partícula de esta vida, lleva oculto un sentido profundo”.

“Con demasiada frecuencia el hombre moderno se atormenta porque no tiene el placer de detenerse o no sabe ya darse el placer de detenerse, contemplarse, para adquirir conciencia de sí mismo”.

“El desaliento es un serio impacto en nuestras vidas, pues nos anula, nos hace perder tiempo”.

Reflexiones para reflexionar.