Regidores dormidos

A punto de cumplir dos meses como miembros del Cabildo capitalino, los regidores del PAN, PRD y PT...

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A punto de cumplir dos meses como miembros del Cabildo capitalino, los regidores del PAN, PRD y PT han permanecido agazapados en un rincón, sin voz ni voto en las decisiones del gobierno encabezado por Eduardo Espinosa Abuxapqui, y sin cumplir con su labor de gestión para resolver los incontables y muy preocupantes problemas que enfrenta el municipio.

Y es que la oposición en el Ayuntamiento capitalino no existe, y los regidores emanados de los partidos rivales del PRI se han limitado a tener un papel pasivo en exceso, asistiendo a las sesiones obligatorias y alzando la mano en el momento que les indiquen.

De los regidores del PAN, José Hadad Estéfano, Fernando Zelaya Espinoza y Mayuli Latifa Martínez Simón, se esperaba al menos algo de protagonismo, pues al ser el grupo opositor de mayor fuerza tenían la posibilidad de nivelar un poco la balanza con los priistas y sus aliados del Verde y del Panal.

En contraste con su etapa de legislador local, José Hadad se ha convertido en un fantasma que deambula de vez en cuando por los pasillos del Palacio Municipal como alma en pena y aunque llegó con un importante respaldo ciudadano no ha cumplido con las expectativas.

Sus compañeros son aún más invisibles, por lo que los panistas en el Ayuntamiento no tienen peso político.

En el PRD y PT la cosa está aún peor, ya que los regidores Federico Hernández Amador (PRD) y Marco Antonio May Molina (PT) ni pintan ni dan color. Ellos hicieron su luchita en sus partidos minúsculos no con la intención verdadera de competir para la presidencia municipal, sino para hacerse un espacio en el Cabildo que les garantizaría un ingreso mensual muy superior a los 50 mil pesos sin dar golpe alguno.

Lo triste del caso es que la capital adolece de problemas que ya entran en la categoría crónicos, como el estado de abandono en el que se encuentra el Payo Obispo Zoo (antes Biouniverzoo), la carencia de transporte urbano de calidad, el estancamiento de los servicios públicos de recoja de basura y limpieza, asuntos que afectan a todos los chetumaleños, pero que a ellos ni les inmuta.

Al parecer su única preocupación es portarse bien con el mandamás del municipio para que reciban puntualmente sus jugosos bonos navideños, abandonando a quienes votaron por ellos.

Es tiempo de que los regidores de “oposición” se pongan las pilas y empiecen a realizar una labor comprometida con la sociedad capitalina, cumpliendo sus promesas de campaña y metiendo presión desde el Cabildo para lograr soluciones reales que beneficien a la ciudadanía. 

Deben salir ya de su zona de confort y dejar de cuidar sus pasos, ya que no ocuparon esas posiciones de elección popular para ser comparsa del alcalde en turno.

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