La Regina y el calendario escolar

Los codiciosos piden más vacaciones y los gobiernos se las dan, mientras 31 millones de familias mexicanas esperan a que alguien les pregunte qué opinan.

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Viernes de Regina para ayudar con el saneamiento de la casa. Es la alegría de la casa y también de nuestra calle. Todos los vecinos se asoman para contemplarla mientras pasar.

Ahora fue el vecino de la 43 el que abrió la boca: “¡Hola, morena! Oye Regina, estoy registrado como donador de órganos. ¿Te puedo ayudar con uno de ellos?”. “Es usted un bombón…”. “¿Por lindo, Regina?”. “No… por redondo”.

En silencio quedó. “Buen día, Don”. “Regina, ¿cómo estás?”. “Preocupada por mi hijo Jueves”. “¿Qué hizo?”. “Reprobó. La maestra preguntó: ‘¿Cuánto es la mitad de ocho, Jueves?’ ‘¿A lo largo o a lo ancho, maestra?’ ‘¿Cómo?’ ‘Es que si es a lo largo da 3, y a lo ancho da cero’, y que lo reprueban, Don”. “Bueno Regina… con esas respuestas, no le irá mal en la vida”. “Lo que sí es una mentada es que las vacaciones de Verano sean más largas. ¿Y quién cuida a los niños? Tengo que trabajar, Don”. “Lo sé.

Los codiciosos piden más vacaciones y los gobiernos se las dan, mientras 31 millones de familias mexicanas esperan a que alguien les pregunte qué opinan. Empresarios y políticos decidirán. Las familias mexicanas se convierten en la mayoría… que es tratada como minoría…”.

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