La Regina y el Papa

Es un hombre franco y eso es suficiente para incomodar al poder. Hartos de escuchar del gobierno que todo está bien, y de los opinadores que todo está mal,

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Viernes de limpieza y de la Regina para ayudar. Su patrimonio físico, adornado de riquezas naturales, le recuerda al que la admira que la ilación carnal es como la pizza: cuando es muy buena, es muy buena; y cuando es mala… sigue siendo muy buena.

“Buen día”. “Regina, ¿cómo estás?”. “Cansada. Velamos a la vecina ayer”. “¿De qué murió?”. “Muerte natural, Don. Fue la única que pudo con ella. Dejó 17 hijos”. “¿Qué?”. “Al enviudar de su primer esposo, ya tenía 8 y antes de enviudar del segundo, le acomodaron otros 9”. “Pobre mujer, dos veces viuda”. “Al final de la misa dijo el Padre: ‘Oremos por Meche y demos gracias al Señor; finalmente ya están juntos’. Y yo pregunté: ‘Padre, ¿juntos ella y su primer esposo o ella y el segundo?’. ‘No hija, no hablo de sus esposos, sino de sus muslos…’”.

“Qué bien me cae ese padre, Regina. Por cierto, está aquí el papa Francisco”. “Sí, pero muy lejos”. “Será interesante escucharlo. Es un hombre franco y eso es suficiente para incomodar al poder. Hartos de escuchar del gobierno que todo está bien, y de los opinadores que todo está mal, tenemos oportunidad de oír una crítica, quizá, más cercana a la verdad. Ojalá su visita nos sirva como un examen de la realidad”. 

Lo más leído

skeleton





skeleton