En México las autoridades politizan cualquier tema que les sea incómodo o que les rebase: pobreza, desigualdad, economía, salud, educación, el que usted quiera. La seguridad no es la excepción, sobre todo cuando es la piedra en el zapato que exhibe la incapacidad de frenar los altos índices de violencia. 

En esto se enmarca lo dicho en Michoacán, a principios de semana, por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de que en breve se podría anunciar "el retiro, el regreso a sus bases navales, a los cuarteles, de los soldados y de los marinos", pero matizó: "esto se dará a partir de que existan cuerpos de seguridad estatales bien formados y que protejan a la ciudadanía". 

La prueba de que se trató de una declaración política del titular de la Segob, fue que dos días después arribaron casi un millar de soldados a Tamaulipas, señal de que el toque de retirada no será pronto. Si así fuera, no tendrían sentido la construcción de recientes cuarteles militares y navales, la creación del Batallón de Policía Naval en la Ciudad de México, lo que implica reclutar más efectivos para el Ejército y la Armada.

Y eso de contar con cuerpos de seguridad confiables también se ve lejos porque muchos  policías que han reprobados los exámenes de confianza siguen incrustados porque no hay dinero para liquidarlos, y tal parece que se rindieron en lo del Mando Único, porque el Presidente aceptó modificar la iniciativa original para conformar un nuevo diseño "mixto", que incluya la permanencia de una fuerza pública municipal.

No se puede negar que hay avances, pero de eso a que el Ejército y la Marina dejen de participar en la lucha contra la delincuencia organizada, pues... a menos que la Gendarmería los sustituya.

Por cierto, el pasado 21 de marzo el Presidente entregó reconocimientos y menciones honoríficas a personal militar y naval de 33 unidades,  por haberse destacado "en operaciones para reducir la violencia en el país". ¿Es hora de que regresen a sus cuarteles y bases navales?

Anexo "1"

Presunción de inocencia

El Secretario de Marina pidió reconocer el derecho de presunción de inocencia para los marinos que han sido señalados por organizaciones de derechos humanos y la sociedad por presuntas violaciones, desapariciones y asesinatos.

Ante el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, y representantes del gabinete, el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz recordó que siempre debe existir en primera instancia ese principio de presunción de inocencia de cualquier ciudadano, en tanto el juez de la causa no declare su responsabilidad mediante sentencia condenatoria.

Destacó que en todo momento las Fuerzas Armadas mexicanas han mostrado disposición de colaborar con las instancias correspondientes para esclarecer en cualquier acto en el que se encuentre involucrado el personal naval. 

Buena defensa del Almirante, que sus hombres deben agradecer, porque la lealtad así se gana.