Antes de que jurara como alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal comentaba con su equipo cercano la necesidad de cambiar de tajo  varias direcciones en el Ayuntamiento, ya que había irregularidades graves.

Mauricio Vila se enteró de primera mano de anomalías en algunas dependencias, ya que los mismos titulares se lo habían platicado en corto y también le señalaron en manos de quién quedaban algunos recursos.

El Ayuntamiento tenía 69 subdirecciones y actualmente existen 45, las jefaturas eran 246 y se redujeron a 198. Es la reingeniería en marcha.

En los informes que tienen las autoridades municipales, figura que en la administración que encabezó Renán Barrera  la Dirección de Mercados permitió el crecimiento de negocios presuntamente al margen de la ley. Al ver este panorama el alcalde desapareció la referida oficina y despidió a inspectores que cometían actos indebidos. Actualmente los mercados están en la esfera de la Dirección de Gobernación que preside Rafael Pinzón Martín y que en unos meses sería relevado por el líder del PAN en Mérida, Gerardo Bolio.

Mauricio Vila  recibió quejas de Desarrollo Urbano, sobre todo contra inspectores que autorizaron construcciones sospechosas. Nombró a Aldo Díaz para meter orden. El grupo cercano al alcalde no está de acuerdo con que en la última sesión de Cabildo Renán Barrera haya renovado por 45 días el contrato con los concesionarios del mantenimiento a parques y avenidas y los que barren la ciudad, a quienes se pedía una cuota de 15%. Por ello ese esquema se cambiará contratando a barrenderos municipales y que esas cuadrillas vuelvan a dar servicio a la ciudad.

Uno de los lugares en donde se señalaron actos indebidos fue en los talleres del Ayuntamiento y para meter orden actualmente sólo van a tener un jefe, Alejandro Fortuny; en  Servicios Públicos del Oriente estará Alejandro Chan Dib, Guillermo Braga va a servicios internos y las bodegas las controlará Isaías Sosa.

Pero no todos están de acuerdo con estos movimientos. Se sabe que quien presentó su renuncia fue el director de Cultura, Irving Berlín, ya que le cambiarían a sus subalternos, como es el caso de la ex reina del carnaval Liliana Bolio, que deja el Comité Organizador de las carnestolendas por un puesto en Cultura.

Se sabe también que varios nombramientos fueron vetados, como el de Gabriel Pacheco, que estaba propuesto para jefe de Espectáculos, nada más que como inspector de esa área fue acusado de irregularidades; el veto vino de la regidora Rosa Ceballos, quien le dijo al alcalde Mauricio Vila que si se saca a quienes no se consideran aptos no es para que entren otros iguales.

Muy molestos están algunos colaboradores de Mauricio Vila porque se comenta que Juan Carlos Rosel contrata con su esposa María Teresa Campos todo lo referente a eventos como el de la toma de protesta, en donde los toldos se cayeron.

En fin, el desmantelamiento de situaciones anómalas apenas empieza.