Relaciones que sanan

No estamos solos al recorrer los caminos de transformación personal, ya que vamos caminando junto a otros, mano con mano, ayudándonos y sanándonos mutuamente.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Establecer relaciones sanas, profundas, sólidas y duraderas es lo que da valor  a la vida.- Luis Alfonso Orozco, doctor en Teología
                
La amistad con alguien que nos ama tiene un efecto sanador muy poderoso para nuestras heridas y quebrantos. Las amistades íntimas consisten en tener una cercanía real. Esto no excluye amar y que nos amen otras personas que son menos cercanas.

Estar más cerca de unas personas que de otras es una limitación humana de espacio y de tiempo. Es imposible tener una relación estrecha con todo el mundo, en todo momento. 

Existen grados de sentir y expresar el amor, por ejemplo: el amor incondicional de una madre, tan especial e irremplazable en nuestros primeros años. Sentirnos amados y cuidados de esa manera hace que se despierten en nosotros la fe y la confianza sacando a flote lo mejor de nuestro interior. Abre la conciencia a lo divino, a la conciencia de Dios como alguien que nos ama incondicionalmente. La fe es confiar en que quien nos ama siempre desea y hace lo mejor para nosotros. 

Sanar necesita tiempo. No hay remedios instantáneos. Igualmente la transformación de la persona (de la sociedad) necesita años, muchos años, de actos de entrega y de amor para que tenga lugar el proceso de transformación personal y social. Nuestras vidas evolucionan interactuando creativamente con otras personas, con nuestro ambiente y con los acontecimientos, respondiendo a las oportunidades que se presentan o dejándolas pasar.

El trabajo interior de transformación personal es como una obra creativa de arte, no hay un mismo camino para siempre, sino que hay cambios de rumbo y diferentes caminos para seguir avanzando en madurez con una consciencia más profunda y una mayor libertad en la búsqueda del bien y de la verdad. No estamos solos al recorrer los caminos de transformación personal, ya que vamos caminando junto  a otros, mano con mano, ayudándonos y sanándonos mutuamente. Así es como se manifiesta el verdadero amor, haciendo realidad: “… EL HOMBRE HERMANO DEL HOMBRE”.  

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton