Tiene todo el tiempo del mundo. Carece de estructura, pero sus aliados políticos más notables están en toda la administración municipal. Tiene recursos y contactos, también algunas relaciones en el CEN del PAN. Por ello, Renán Barrera ha pasado de ser, durante los últimos meses, de un pez escondido en el arrecife del panismo a un tiburón hambriento.  

Al amparo de sus banderas políticas contra Angélica Araujo y su enfrentamiento con el gobernador Rolando Zapata, el renancismo pudo operar una estructura clientelar cuando el ex alcalde se perfilaba como la opción más segura para una diputación federal que le permitiera mantener el clientelismo que desde la Oficialía Mayor se operaba. Hasta que vino su debacle en 2015.

Ha pasado un año y el renancismo empieza a aflorar en el panismo local que ya conoce los resultados de una encuesta de Gobernación que coloca al ex alcalde con algunos puntos porcentuales por debajo de Vila Dosal para la gubernatura en 2018.

Barrera Concha ha empezado a desplegar tácticas para llenar espacios políticos vacíos y aprovechar todo aquel escenario que le reditúe adeptos: ex empleados de su administración, como Chucho Aguilar que todavía opera con periodistas de la fuente deportiva, filtraciones distorsionadas y funcionarios despedidos que han decidido unirse a un tiburón que puede oler cuándo será necesario prender pequeños infiernos que desgasten la luna de miel entre el alcalde Vila Dosal y el gobernador Zapata Bello. 

Renán Barrera es hábil para cosechar las divisiones en el Comité Municipal del PAN. No descartemos que, dentro de poco, empiece a aparecer en spots de radio y televisión como el político anti-establishment en un momento en que panistas y otra gente  están enojados con los priistas por el aumento a la gasolina, la calidad del transporte y sobre todo el descontento por la falta de oportunidades. La falta de una figura como el oficial mayor es quizá una de las debilidades mayores del gobierno de Mauricio Vila que tiene que enfrentarse a infiernitos de los cuales Renán nunca tuvo que preocuparse. 

Hace unos días, Barrera Concha se tomó una selfie con su sucesor: un mensaje que puede denotar unidad, pero que también refleja una calma chicha en el escenario para la carrera por 2018. Por eso, en 2017, cuando Vila decida cumplir todas sus promesas de campaña, primero debería aporrear la mano para que el panismo no se vaya con la finta de quienes, en su momento, estando en la cúspide del poder partidista, no supieron aprovechar ni leer el signo que caracteriza a los panistas de hoy.

En una llamada al departamento de comunicación del Ayuntamiento se oyen reclamos. El personaje dice que es el diputado Raúl Paz y pide que le bajen de… Acusa a la administración municipal por una campaña contra sus amigos diputados y exige que le bajen a los ataques contra su amiga, la priista Marisol Sotelo. Advierte que sus acuerdos los tiene que cuidar, así como su relación con el PRI.