Renovación de la UQROO

Sanear la administración de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo) no es sólo un proceso de dignificación ...

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Sanear la administración de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo) no es sólo un proceso de dignificación a la emblemática decisión de haberla concebido como la máxima casa de estudios por parte del ex gobernador Miguel Borge Martín, sino además representa la oportunidad de evitar conflictos que en su interior se gestan y cuyo impacto social va en ascenso.

Al cierre de 2014, Quintana Roo ha logrado la mayor cobertura de educación superior de toda su historia, con la creación de diversas instituciones que han comenzado a abatir el déficit en ese rubro, pero a la vez que ello ocurre, a la Uqroo se le ha dejado en el más completo abandono, siendo la universidad pública más grande del estado, la más emblemática, la que fue ejemplo nacional por sus innovadores sistemas de enseñanza; por haberse cumplido con ella el sueño de una sociedad que anhelaba una institución en la cual educar a sus jóvenes generaciones.

La universidad ha atravesado por momentos difíciles, pues luego de la euforia por su creación sufrió un estancamiento en su expansión, particularmente durante el sexenio de Joaquín Hendricks Díaz, quien en lugar de apoyar la creación del Campus de Cancún, optó por el nacimiento de la Universidad del Caribe, institución que también atraviesa por dificultades en su conducción.

Pero nunca como ahora la mayor universidad pública de Quintana Roo había tenido tanto estancamiento y retroceso en todos sus rubros, desde las dificultades administrativas hasta el rezago en sus planes de estudio e incluso está tristemente catalogada actualmente como de las peores instituciones a nivel nacional, todo con la llegada en 2011 de Elina Coral Castilla.

Protestas estudiantiles que van en ascenso, despido de académicos de probada capacidad, carencia de diálogo y un creciente rumor de enfrentamientos internos entre la rectoría y la secretaría general de la Universidad son ahora los temas más sonados en la Uqroo. Atrás quedaron los reconocimientos por la acreditación ante Conacyt de sus licenciaturas, o los plausibles apoyos que se brindaba a los estudiantes de escasos recursos a través de su patronato, pues incluso este órgano se ha dedicado a vegetar sobre la cómoda administración de los cada vez más escasos bienes de la universidad.

Rescatar la universidad es dignificar el proyecto que le dio origen, es brindar respeto a quien la concibió como la instancia que educaría a las generaciones que conducirían los destinos de esta entidad; es una obligación para brindar educación de calidad a quienes ven en la Universidad de Quintana Roo la posibilidad de un futuro mejor.

El periodo de Coral Castilla culmina el 14 de agosto del próximo 2015, pero su salida comienza ya a anunciarse desde ahora como anhelo de la comunidad universitaria; por cierto que crece el rumor de que Iván Hernández Pacheco, subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobierno, iría a la Uqroo en los primeros meses del próximo año.

Es la segunda ocasión que Hernández Pacheco es mencionado como posible rector de la Uqroo, pues en el proceso de 2011 en que fue designada la actual rectora, el subsecretario de Gobierno fue señalado como uno de los candidatos.

Como externo, Hernández Pacheco representa la oportunidad de regresar a la calma a la Uqroo, de comenzar la rescatar la calidad perdida y de lograr la armonía entre la comunidad universitaria; aunque claro está que hay más de un académico que agazapado espera ser el ungido, mientras por lo bajito alimenta la permanencia del conflicto.

Lo único que no debe ocurrir es que no ocurra nada; si es Hernández Pacheco quien logre la recuperación universitaria, bienvenido, pero lo fundamental es que las decisiones comiencen a tomarse antes de que se pierda en la inutilidad uno de los más ambiciosos proyectos educativos de Quintana Roo, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Deseo que hayan tenido una feliz Navidad y que tengan un próspero año nuevo…

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