Se la juego en apuesta, presidente

Apuesto hoy que para entonces el “megafraude del Plan azul” se habrá evaporado.

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Recuérdeme un caso, presidente. Insisto:

—Dígame uno, presidente, no recuerdo una acusación seria en la semana final de alguna campaña electoral, una que haya prosperado.

—Pues esto no es un invento —se sostiene Gregorio Carranza, presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Baja California—. Hay pruebas testimoniales. No se trata de denunciar por denunciar, porque este asunto no obedece a razones políticas.

Gregorio es priista. La denuncia de que hablamos fue presentada el lunes a la Fepade, dos días antes del cierre de las campañas. Se trataría de un gigantesco desvío de recursos públicos (entre mil 300 y mil 500 millones de pesos) para el proyecto Baja azul, presuntamente orquestado por el panista gobernador José Guadalupe Osuna para favorecer al candidato del PAN (en coalición con el PRD), Kiko Vega.

Según esto, el Congreso recibió hace unos días una denuncia acompañada de testimonios, documentó el caso (serían unas 600 personas muy bien financiadas con el objetivo de mover a 400 mil bajacalifornianos en favor de Kiko y el PAN) y “por decisión mayoritaria” integró una acusación que puso en manos de la Fepade.

¿Cómo llegaron a los mil 300, mil 500 millones de pesos, presidente, es una cantidad inverosímil? Insisto, pero de nuevo Carranza carece de respuesta.

—Es como lo de Añorve en Guerrero, lo de Zamora en Jalisco: golpes de final de campaña que desaparecen tras la elección —le digo.

—Pues lo veremos, le tocará a la Fepade comprobarlo —me dice.

Quedamos en retomar el asunto a mediados de agosto. Apuesto hoy que para entonces el “megafraude del Plan azul” se habrá evaporado. Gane quien gane el domingo.

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