Se sueltan los demonios (II)
Las añejas tradiciones y costumbres que la cúpula del sindicato usaba para armar un comité seccional han cambiado.
Retomando el tema del congreso en la sección 57, tenemos que las añejas tradiciones y costumbres que la cúpula del sindicato usaba para armar un comité seccional han cambiado, esto por la misma exigencia de los maestros de efectuar procesos más transparentes y democráticos. Con la nueva doctrina adoptada por Elba Esther Gordillo, después de derrumbar el cacicazgo de Carlos Jonguitud, aparecieron la inclusión y la pluralidad de las diferentes corrientes internas en el seno de la organización sindical. Aquí, en Yucatán, en la década de los noventa, las fracciones internas jugaban por 'ternas' a fin de impulsar a una mayor cantidad de sus integrantes y asegurar una mayoría a la hora de tomar decisiones, ya sean políticas o laborales. Fue así como los primeros bloques, encabezados por los ex dirigentes Mauricio Sahuí y Roger Pinto, fueron dividiéndose en células más pequeñas que dieron origen a la actual complejidad de ideas e intereses sobre cómo manejar el destino de la sección 57.
De esos linajes políticos surgió el grupo de Paulino Canul, persistiendo al conservar a viejos líderes mezclados con sangre nueva. Por este grupo se perfilan Efrén Carrillo y Miguel Meléndez, sin embargo, pese a su experiencia, la cúpula los considera 'no idóneos' para dirigir a la sección. Otro grupo fuerte se amalgamó con la gente de Silvia Alamilla y Luis Manuel Hernández, ambos en su momento impulsaron a Marbellino Burgos; ahora con nuevas caras buscan hacer lo mismo con Luis María Aguilar, a fin de que cuide la silla que dejara Marbellino tras su partida al Congreso local. A este grupo se le considera el más influyente por los padrinos que tiene y su cercanía con el actual delegado, José Mendívil Zazueta.
Otros más inteligentes navegan sueltos y bajo las órdenes del comité nacional, entre ellos tenemos las aspiraciones de Alicia Zaldívar y Alejandro Chulim, este último goza de mucha simpatía y es considerado como una buena opción para encargarle el 'changarro'. A estos suspirantes se les suman los delegados que no engrosarán las filas de los candidatos, ya que, por malas experiencias, pronto aprendieron a negociar individualmente con la cúpula y alinearse para aspirar a un 'hueso', aunque sean sin comisión. Ojalá que las personas que se queden al frente de la sección 57 se dediquen a trabajar por sus compañeros, pues ya llevan muchos años de abuso y desatención de su parte.