El Transcriptor respira pausadamente e informa a la columna Viernes Cultural que acabaron su angustia, temores, congojas y sufrimiento, ya puede vivir con sosiego y en paz. Fue una tragedia su vida anterior, entre lágrimas, duelos y quebrantos, como escribiría don Ermilo Abreu Gómez. Ya no más, ahora a disfrutar plenamente de la vida, con altura de miras.

¿Y qué pasó?, pregunta su querida de los viernes, ¿aprobaste la evaluación del desempeño, permanecerás cuatro años más en tu función docente, te dijo Patarax que nunca te dejará, que ella sí entendió aquello de que “hasta que la muerte nos separe”, te darán tu medalla magisterial, te sacaste la lotería, te dijo la vecina que sí? ¿Qué pasó, dime, que ahora la angustiada soy yo?

El erotómano de su vida le explica con parsimonia lo que leyó en Facebook (29 de marzo de 2016): 

-Jlo aseguró su inmenso trasero en 300 millones de dólares, para el caso de que algo le suceda y que ya no sea comercializable. Es decir, su cucu (redondito y suavecito, canta) vale la cantidad de 5 mil 400 millones de pesos, para que lo entiendas. 

Así que a partir de hoy tengo una nueva misión en la vida:

¡Cuidarlo!

De nada. Saludos.