Amar es esperar que todo lo bueno le ocurra a una persona, es dar todo de ti sin esperar nada a cambio, incluso es dar tu sonrisa por conseguir otra, es un sentimiento único, el cual todo ser humano puede sentir y compartir, no tiene cláusulas ni excepciones, es hacer verdadera magia.

La mentira es el mayor enemigo del amor, puede destruir ilusiones, sueños y confianza. Dijo el escritor Georges Duhsmel: “Nunca he engañado a mi mujer, no es ningún mérito: la amo”.

Algunas personas dicen que el problema es de ambos al momento de un engaño, pero realmente sobresalen los principios y valores que tengas como persona para evitar realizar esta traición que algunos jóvenes creen moda. Platicaba con una amiga, me comentaba acerca de la infidelidad que dos de sus novios habían cometido.

¿Cómo aprendiste a superar la infidelidad?, le pregunté.” No lo he hecho, han pasado 2 años y podrían pasar 10 más y no lo haré”, respondió. “Puedo enamorarme de nuevo, lo hice, pero el miedo y la tristeza nadie te las puede quitar”.

La magia está en saber amar, brindarte al otro. Engañar es muy fácil, pero “más rápido cae un mentiroso que un cojo”. Si quieres a alguien no lo dañes, un minuto de calentura no superará la herida que causarás a quien consideras tu amigo.

Si ya no deseas tener una relación con tu pareja ¡habla!, antes de tomar decisiones absurdas que a la larga también te lastimarán a ti. Por alguna razón están juntos y esa razón puede volver a resurgir. La distancia y el estado de ebriedad jamás serán un buen pretexto. 

La felicidad compartida es fantástica y puedes hacerlo. Para cambiar el mundo empieza cambiando la vida de alguien que quieres.