El aumento de la población adulta mayor en el mundo es uno de los serios desafíos que enfrentan las sociedades en la actualidad, situación también presente en nuestro país. 

Hoy día existen más de 600 millones de personas con más de 60 años de edad y se estima que para el año 2050 se triplicará la población mundial de personas mayores. Si a esto se suma el aumento en la esperanza de vida, se tiene que ambas han llevado a cambios demográficos importantes, siendo cada vez más alto, según el país del que se trate, el número de adultos mayores que demandan servicios de salud. 

Asimismo, es de reconocer que, en materia de salud pública, las enfermedades infecciosas han cedido paso a las llamadas enfermedades crónico-degenerativas.

Desafortunadamente la sexualidad y la salud sexual son poco abordadas, aunque empieza a mostrarse su abordaje en algunos programas institucionales. En relación con la sexualidad es preciso señalar que, por diversos motivos, especialmente socioculturales, se asume que en la población adulta mayor la sexualidad y las prácticas sexuales son inexistentes.

En el contexto sociocultural, la sexualidad es mal entendida al limitarla a la reproducción y asociarla a una estética juvenil y vigorosa. Para algunas personas, la sola idea de una relación sexual entre adultos mayores la consideran antiestética y casi imposible y por lo tanto rodeada de mitos y estereotipos (Herrera A, 2004).

Existe más evidencia al respecto, información que compartiré con ustedes la semana próxima, en tanto, amable lector, recuerde que tarde o temprano llegaremos a ser adultos mayores.