Siento envidia

La televisión de EU es de envidiarse, ya que ellos se pueden burlar de sus autoridades y no les pasa nada si publican un chiste que tenga que ver con sus policías.

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Hay días, como hoy, en que siento mucha envidia de los habitantes de países como Estados Unidos.

¿Por qué? Porque ellos se pueden burlar de sus autoridades, porque puede hacer programas de comedia hasta con sus políticos, porque no les pasa nada si publican un chiste que tenga que ver con sus policías.

Aquí, en el remoto caso de que a uno no le dé miedo acercarse a un agente, es imposible ser simpático con ellos, sonreírles, hacerles algún comentarios medio en tono de broma.

Hay que hablarles como si fueran héroes de la patria. Saludarlos casi, casi, con reverencias militares, en un tono de profunda solemnidad y admiración así se estén tragando unos tacos en la esquina y se estén limpiando la boca con la manga de la camisa, así se hayan quedado dormidos en el cumplimiento de su deber.

El otro día se me ocurrió acercarme a uno para preguntarle algo muy delicado que me estaba llamando la atención de su comportamiento en la vía pública y casi me encarcela.

Según él, yo le estaba faltando al respeto y, de acuerdo a un folletito que sacó de su uniforme, en “la nueva ley” decía que ahora uno no los puede cuestionar, que solo los debe obedecer.

Imagínese en semejante contexto de terror que a alguien se la ocurriera volver a hacer un programa cómico como Elcomanche o ponerlos como parte de un sketch.

No solo sería prisión segura, inmediatamente llegarían llamadas de muy alto nivel de los gobiernos municipales, estatales o federal, sin considerar otras instancias todavía más rudas, amenazando a la televisora en cuestión.

La razón es muy simple, esos arrebatos de comedia representan un atentado contra su imagen, una campaña de desprestigio, algo que los perjudica en su carrera rumbo a las próximas elecciones.

Y, o el programa sale del aire, o cierto tipo de publicidad oficial deja de llegar a esa empresa. A ver, elija.

Éste es el país en el que vivimos. Esta es la televisión que tenemos.

¿A qué se debe que hoy le esté escribiendo esto? ¿A qué viene al caso toda esta envidia, todo este coraje?

Al estreno, hoy, a las 21;00, por el canal TBS veryfunny, de Brooklyn Nine-Nine, una de las mejores series cómicas que se hayan creado en la televisión de los Estados Unidos en los últimos años.

¿Y? ¡Qué es una comedia sobre policías! Aquí los vemos cometiendo errores, haciendo el ridículo, en medio de las más chistosas babosadas.

¿Y quién persiguió a los responsables de este proyecto? ¿Quién los encarceló? ¿Quién los amenazó? ¿Quién se atrevió a censurarlos? ¡Nadie! ¡Lo que es vivir en un país libre!

Lo que es vivir en una nación donde el sistema funciona tan a la perfección que en la relación autoridad-ciudadanía se pueden dar estos ejercicios de libertad de expresión sin que nadie se moleste sin que nadie haga algo que no sea carcajearse durante cada uno de sus episodios.

Le suplico que luche con todas sus fuerzas por ver este lanzamiento y que, al mismo tiempo que lo esté mirando, trate de imaginar una versión mexicana.

¡Por supuesto que sería imposible! ¡Por supuesto que no había manera de que alguien grabara ni siquiera la secuencia inicial del capítulo uno, que es el que se va a transmitir esta noche!

Es más, Brooklyn Nine-Nine es una comedia tan, tan, pero tan buena que casi le podría garantizar que jamás va a llegar a la televisión abierta de esta nación.

O sea, o la ve por TBS veryfunny, o la ve por TBS veryfunny. No hay de otra. Y es que, le recuerdo, una buena comedia es, por definición, un ejercicio de crítica.

Cierre los ojos por un instante y visualice a nuestros queridos policías recibiendo una crítica por parte de las pantallas caseras, una crítica que pueda ser vista por millones de espectadores en todos los rincones del país. ¡Obviamente, no!

¿Ahora me entiende? La llegada de Brooklyn Nine-Nine a nuestras pantallas caseras es un acontecimiento además de que, le juro, se va a divertir.

No sabe qué cosa tan más hilarante, dinámica, irreverente, bien hecha y bien actuada.

Si no me cree, acuérdese de los Golden Globes. Estos señores, teniendo enfrente cualquier cantidad de éxitos amadísimos como The Big Bang Theory, Modern Family, Girls y Parks and Recreation, le dieron la estatuilla como mejor serie cómica de televisión a este título.

¡Sí! Y no solo eso, le dieron premio a Andy Samberg, su protagonista, como mejor actor de comedia por encima de Jim Parsons (The Big Bang Theory), de Jason Bateman (Arrested Development) y de Michael J. Fox (The Michael J. Fox Show).

¡De ese tamaño de serie cómica estamos hablando! ¿Se la piensa perder? No, por favor.

Hágale como pueda pero luche por sintonizar este estreno, uno de los más importantes de la temporada, aunque le dé envidia y coraje como a mí.

Le recuerdo, la cita es hoy a las 21:00 horas por el canal TBS veryfunny. Ahí nos vemos. ¿A poco no?  

http://twitter.com/AlvaroCueva

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