No a la sinrazón de la fuerza

Nuestros festejos patrios se vieron empañados con un crespón de luto por las y los compatriotas muertos en territorio egipcio, en un conflicto en el que ninguna injerencia tenían.

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Septiembre, mes en el que México entero celebra su nacimiento como nación libre, gracias a hombres y mujeres que dieron ejemplo de esfuerzo y entrega para  legarnos un país soberano.

Somos una nación inmersa en el concierto de los pueblos que luchan para evitar conflictos y cuando existan solucionarlos de manera civilizada.

Nuestros festejos patrios se vieron empañados con un crespón de luto por las y los compatriotas muertos en territorio egipcio, en un conflicto en el que ninguna injerencia tenían.

La humanidad lucha incansablemente por lograr la concordia entre naciones, en donde no campeen la sinrazón de la fuerza y la violencia, sino el respeto por los derechos de las y los demás. 

Las diferencias deben resolverse con apego a la ley y los valores que hemos de aplicar como seres proclives al bien, por encima del mal.

Recordemos que hay mucho trabajo por hacer en el campo de las prerrogativas humanas.

A nivel mundial, el pasado 15 se conmemoró el Día de la Democracia y el 16 la Preservación de la Capa de Ozono. 

Sin democracia y sin leyes sobrevendría de nuevo la lucha de la fuerza por la fuerza misma. Todos sabemos el daño que está haciendo en el planeta el debilitamiento de la capa de ozono. Hagamos nuestra parte para evitarlo.

Ayer se conmemoró el Día Internacional de la Paz…

Luchemos sin cesar todas y todos con nuestro mejor esfuerzo, para que esas efemérides septembrinas sean motivo de celebración y no de lamentos porque se hace todo lo que se pretende evitar.

Eso lo podríamos lograr cuando cada persona respete las leyes, los derechos de los demás y consecuentemente los Derechos Humanos. Llegaremos a esa feliz realidad cuando como auténticos seres racionales nos alejemos de la barbarie y de la violencia e insisto: que campee la fuerza de la razón y no la sinrazón de la fuerza.

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