Rogelio Cuy Pech, oriundo de Calcehtok, nos obsequió un episodio del mito del hombre salvaje que, en la península yucateca, es conocido como el Sinsimito. 

Recordemos que este ser es parecido a un hombre pero más alto, fuerte y velludo. Tiene los pies al revés y vive en las cuevas.

Además de atacar a los hombres, se come a los niños, roba en los corrales y rapta a las mujeres para cohabitar con ellas. 

Por otra parte, a Calcehtok llega gente de todos lados para conocer su famosa gruta de Xpukil, una caverna laberíntica de grandes dimensiones.

Cuy Pech dijo que en cierta ocasión llegó al pueblo un grupo de menonitas que estaban paseando. En un momento dado, varias señoras de dicho grupo se separaron, pues les dio ganas de “ir al baño”. 

Se internaron un poco en el monte para buscar un lugar apropiado. Estaban agachadas haciendo sus necesidades fisiológicas cuando escucharon el retumbar de unos pasos y un fuerte ruido como si se estuvieran quebrando los árboles cercanos. 

De pronto, se dieron cuenta que un hombre muy peludo, como de tres metros de altura, estaba parado cerca de ellas y las estaba mirando.

Las señoras sintieron mucho miedo. Apenas tuvieron tiempo de subirse la ropa y corrieron hasta llegar al pueblo. Allí contaron lo que habían visto. Se salvaron.