¿Cansado de los políticos? Lamento decepcionarte, pero siempre existirán, de hecho todos deberíamos de serlo, pues, según la RAE, la política es una actividad del ciudadano cuando interviene en asuntos públicos con su opinión, su voto o de cualquier otro modo.

Hace un año coordiné Un Millón de Jóvenes por México, A.C., y con ello la oportunidad de realizar ciertos proyectos como el café del millón, en donde invitamos a varios mandatarios a realizar un diálogo con nosotros. A aquellos que muchos llaman políticos (alcaldes, diputados, gobernadores), en el “Millón” preferimos nombrarlos mandatarios, pues por medio de un contrato nos representan y administran nuestra propiedad: el país. Durante los cafés observamos diferentes gestos y comportamientos: desde el que “faroleba” con sus actividades sin fines lucrativos o el que se negaba a acudir al café y afirmaba que lo acosábamos por medio de las redes sociales, hasta el que nos presentaba en qué gastaba su dinero y el que resolvía todas nuestras inquietudes.

Observamos  casos positivos de mandatarios como Daniel Ávila, Renán Barrera, Nerio Torres y Mauricio Vila, a quien le agradezco por responder a mi artículo pasado.

El mandatario debe de responder directamente a nuestras dudas, sin giros ni salidas improvisadas, debe saber escuchar, ser paciente, amable y agradecido; tiene que ser un buen político al igual que nosotros lo debemos, es nuestra obligación estar atentos, preocuparnos por nuestra sociedad, exigir un buen gobierno.

Con protestas no llegaremos a ningún lado, con participación ciudadana sí. Con la ley de iniciativas ciudadanas podemos hacer magia, proponer cambios en nuestro país y llegar a la Cámara de Diputados sin impedimentos. El cambio de México no depende únicamente de los mandatarios, sino de nosotros, sus jefes, la verdadera cara de la política.