"Somos libres”

“No somos Fridas pero somos libres” es un espectáculo de cabaret con libertad respirable, no hay miedo ni censura.

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“No somos Fridas pero somos libres” es un espectáculo de cabaret creado por la compañía “Yumaca Danza gay” que se está presentando en Cubi K Danza Studio (Calle 48 No. 285 entre 49 y 51 Fco. de Montejo).

Tenía ya varias recomendaciones al respecto, aquella publicidad que va de boca en boca había hecho su labor. Fue muy grato encontrar una propuesta fresca, atrevida, loca y sin censura que cuestiona la homofobia y la cerrazón de una sociedad que no avanza y se niega a aceptar la individualidad y el derecho de cada uno.

Si bien en algunos momentos el discurso se vuelve reiterativo y ciertos elementos no terminan de cobrar su peso exacto en la escena, el trabajo de los actores-bailarines nos conduce por un universo personal que nos conmueve hasta la risa, ya sea por la torpeza del espectador elegido que se vuelve parte de una marcha gay o por las breves coreografías que mueven más que las palabras. 

Lo que me gusta del espectáculo es su libertad respirable, no hay miedo ni censura, ellos hacen lo que tienen qué hacer para decirnos lo que a veces no queremos oír. Mención aparte merece Pablo Mercader, pues su actuación es impecable. Solemos encasillar a un actor según los personajes que interpreta, sería lamentable que Pablo, más conocido por sus impactantes creaciones como transformista, sufriera este efecto.

Creo que Pablo está en un momento importante en su desenvolvimiento como actor, ojalá más directores de teatro lo llamaran porque es carismático, con gran presencia y tiene todas las intenciones de crecer más en los caminos teatrales. Eso es algo que encuentro poco en las nuevas generaciones: disciplina, compromiso y el deseo de aprender, de ser el mejor en sus propias posibilidades.

Pablo dice: “Yo no compito contigo, compito conmigo” y en ese sentido, si las oportunidades aparecen en el camino, no dudo que las experiencias y el talento natural de Pablo nos revelarán a un artista escénico con un nivel extraordinario. Entiendo ahora que lo mucho que nos sorprendía con sus caracterizaciones es por su enorme bagaje que aún no ha explorado del todo.

La actuación de Tobías Ojeda es buena, pero intuyo que aun en la escena carga el peso de director, libretista, productor y demás etcéteras que deben quedar afuera antes de la tercera llamada. Con todo, es un buen proyecto, espero que sortee las dificultades naturales que conlleva hacer teatro en un estado a veces indiferente al nivel de sus artistas y logren mantenerse en cartelera por largo tiempo.

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