Y es que no me han dejado de otra. Como si no fuera suficientemente manchado estar condenado patriotéricamente a apoyar al América piojista disfrazado del equipo tricolor, todavía hay que aguantar el espíritu falsamente triunfalista y sobrado de los aficionados, especialistas, comentaristas y villamelones que menosprecian al conjunto neozelandés, los All Whites. Como si la selección nacional no hubiera demostrado con suficiencia su esencia ratonil, y si en efecto el cambio de timonel servirá para tener rumbo y certidumbre al estilo lopezportillista.

Es tal la onda perdonavidas que casi se alcanza el nivel del gran Gamboa Patrón, que en un arranque de humildad explica que las reformas del Ejecutivo pasarán haiga sido como haiga sido, pues el PRIcámbrico temprano dispone de mayorías en las cámaras y sus aliados están más que amarchantados.

Aunque no descarta que, en un acto democrático una vez aprobado todo el paquete como dictan los cánones, los choznos de don Plutarco buscarán los consensos necesarios con aquellos pobres diablos que osaran desafiar la unanimidad.

Por alguna extraña razón de origen francamente esotérico, existe la creencia generalizada de que los neozelandeses son más fáciles de encapsular que una manifestación de la CNTE y que para ganarles hasta acusarlos de complicidad en los turbios manejos de la ex de Fox que, al igual que Calderón, usaba palabras clave para que el recontraespionaje no supiera de sus turbios enjuagues.

Martita debe haber organizado una fiesta de lavadoras de dos patas.

Según la investigación gringa, cuando Lilián de la Concha decía “cajas de galletas” se refería a drogas. Pero seguramente eran Oreo, de esas que son más adictivas que la cocaína.

Así, lo que Jelipillo quería decir con “Shots de tequila” era “No renuncies nunca al IMSS, que la Guardería ABC no te afloje, querido Molinar Horcasitas”; “Enérgica condena” significaba “Otro michoacanazo por el amor de Dios”; “Soy el hijo desobediente” o lo que es lo mismo, qué bueno que Alfonso Durazo (inolvidable ex secretario de Colosio, ex priista, camaleón político, diputado de las huestes de Dante Delgado, cercano del Peje) anunció
que sería una bendición que regresara Salinas. Pero supongo que Raúl Salinas a la cárcel... ¿Ah, no? No lo puedo creer. Já.

Como quiera que sea, estoy seguro de que cuando los neozelandeses lleguen al Azteca les aplicarán la haka (el rito maorí del rugby kiwi) al TRI para intimidar. Algo nada difícil sobre todo ahora que el Ameritricolor perdió con el Alajuelense de Costa Rica.

Neozelandeses de clóset, uníos.

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