Ayer afirmé aquí que los mayores empeños por encarcelar al ex gobernador Andrés Granier han corrido a cargo de las autoridades tabasqueñas, pero el reportero que mejor domina el tema, Rubén Mosso, me hace ver que es la PGR la que inició las averiguaciones de los probables desvíos de las partidas federales a la entidad y la que ha conseguido las órdenes de aprehensión de cuatro de los presuntos implicados clave: al exsecretario de Finanzas José Manuel Saiz y a la exjefa de la Caja General de la Tesorería de la Secretaría de Planeación y Finanzas, Esperanza Mayo, se les dictaron ya sus autos de formal prisión.

“Faltan por ser capturados el exsubsecretario de Egresos y la contadora de la refaccionaria donde aparecieron aquellos casi 90 millones de pesos en efectivo, y arriba de los cuatro solo restaría Granier, pero la investigación está en curso”, me dice Mosso.

Y la procuraduría de Tabasco, me aclara, de las 14 órdenes de aprehensión que tiene contra ex funcionarios menores ha ejercido dos, pero por eventuales delitos “chiquitititos…”.