Tanto va el cántaro al CCH...
La insolencia con que vienen comportándose parece haber hartado a la Rectoría.
A quienes mantienen en su poder las oficinas centrales del CCH se les empieza a voltear el chirrión por el palito: si de emplazar se trata, la UNAM les condiciona ahora la reanudación del diálogo a que antes entreguen las instalaciones que tomaron con incendiaria violencia.
Y es que la insolencia con que vienen comportándose parece haber hartado a la Rectoría.
Ha sido tanta que ayer se botaron la puntada de poner condiciones a la presencia de los medios “masivos, independientes y objetivos”.
Por lo visto ignoran que el periodismo es intrínsecamente subjetivo, y que quien afirme lo contrario es igual de ignorante o un mentiroso contumaz.
Insolentes, pero también autoritarios, pretenden “controlar los medios de comunicación vendidos y sin ética”, refiriéndose tal vez a los que no les dan el avión, y desconocedores de que todo mundo proyecta una determinada ética (que puede o no compartirse).
Además de todo amenazantes, enfatizan que esta tarde su control sobre los medios “será estricto y restringido…”.