Hoy hablaremos de cómo va la temporada de lluvias del 2015, una de las más bajas de los últimos 15 años cuando menos; llevamos ya este año un déficit del acumulado de lluvia del 46% de acuerdo con datos de la estación climatológica de la FIUADY; ha llovido por debajo del promedio de lo que debería llover en cada uno de los meses desde enero hasta agosto y septiembre va por el mismo camino, de hecho el mes de julio fue el más seco, por decirlo así, desde 1971 y las repercusiones han sido sobre todo para la gente de campo que aún siembra y que depende de las lluvias de temporada; estos agricultores han perdido la cosecha por completo.

Este año es casi seco, con poca agua, y todo esto debido al fenómeno meteorológico de “EL NIÑO” que se ha presentado fuerte de acuerdo con estudios del NOAA y que deberá acabar en marzo de 2016.

La apicultura también ha sufrido serias repercusiones, ya que al haber una disminución de las lluvias no hay la floración suficiente; ni siquiera ha habido las tradicionales ondas tropicales que apoyan con su llegada y paso para aumentar el potencial de lluvias; han pasado más al sur de lo esperado en la Península de Yucatán y qué decir de las formaciones ciclónicas que a veces, aunque no nos afecten directamente, su formación y paso muy cerca de la Península contribuyen a provocar lluvias. 

Este es un año atípico en lluvias podemos decir con seguridad, ya falta poco más de un mes para que oficialmente la temporada de precipitaciones finalice y esto deberá ocurrir a mediados de octubre, pero creo que seguiremos con este déficit en el acumulado. Lo único bueno entre todo lo malo es que nos seguimos salvando de la afectación de un ciclón tropical, aunque la temporada finaliza el 30 de noviembre la parte crítica ya la estamos viviendo y hasta ahora la vamos librando.