Tentando al peligro
Los pescadores han preferido dedicarse a la captura furtiva del pepino de mar a sabiendas del gran riesgo que representa.
Desde el día 15 se reanudó la pesca de mero en la costa yucateca, sin embargo, en buen porcentaje, los pescadores ha preferido dedicarse a la captura furtiva del pepino de mar a sabiendas del gran riesgo que representa para su libertad y hasta para su vida.
El problema es que, por la ambición del dinero, se contrata a gente que no tiene experiencia y que bucea apoyada sólo con un compresor hasta a 40 metros de profundidad, lo que no es recomendable para el organismo.
Saben del peligro, pero asumen las consecuencias y hasta se han organizado para burlar la vigilancia de la Armada, como sucedió la semana pasada en la bocana del Yucalpetén, donde en grupo lograron salir a toda velocidad y donde existió el peligro de una colisión.
Ese mismo día, un pescador que burló la vigilancia no pudo burlar su destino y sufrió descompresión y muerte.
En los muelles, al día siguiente, se escuchaban comentarios de que otro buzo había sufrido una situación similar. Lo peor es que los beneficios económicos no llega a las familias, ya que se quedan en cantinas o en manos de narcomenudistas.