Términos referidos al estado del tiempo: heladez, bochorno, jats’aja’...

En la península yucateca, al frío húmedo le llama heladez; bochorno, al calor húmedo sofocante; y “viento de agua” es literalmente una frase que describe al aire húmedo que antecede a un aguacero.

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En la península yucateca existen un conjunto de voces muy propias de la región para referirse a los estados cambiantes del tiempo.

Así, cuando el frío de la temporada invernal baja a menos de los quince grados centígrados se dice que hay mucha heladez (derivado de helado, muy frío). Otra característica de la heladez es que es que el frío es húmedo que cala los huesos: “Ponte un suéter, hay mucha heladez”. 

Este vocablo no aparece en los diccionarios de la Real Academia Española.

Contrariamente, y de manera particular,  al calor húmedo sofocante que se produce en el verano, generalmente después de una llovizna, se le dice bochorno: ¡Jesús, qué bochorno hace hoy! Bochornoso es un adjetivo para referirse al calor cálido con humedad y no a la condición.

En lengua maya sería ooxol. Cuando es un día muy soleado y los rayos queman se dice simplemente que “el sol está muy caliente”. En maya sería chokoj k’iin (Lit. “sol caliente”).

Por otra parte, “viento de agua” es literalmente una frase que describe al aire húmedo que antecede a un aguacero y que se cree puede enfermar a personas débiles como a los niños pequeños y a los ancianos. Lo mismo en otras áreas del Caribe, como Puerto Rico.

Con el verbo “batir” se forman dos expresiones: “batir el viento” que es exponerse uno a las corrientes de viento frío: “Niño, quítate del flechero que te está batiendo el viento de agua y te vas a enfermar”. “Estás caluroso, cuídate, no te vaya a batir el viento”  (Flechero es un disparadero, chiflón o corriente de aire).

La otra es “batir el jats’aja’”(de jáats’al, azote y ja’, agua) es la llovizna ligera o rocío que penetra al interior de una habitación cuando llueve afuera. “Cuidadito te vaya a batir el jats’aja’.”

Finalmente, el k’aank’ubul  (lit. “amarillamiento del cielo”) es un fenómeno que sucede cuando en el horizonte aparecen nubes de color amarillo-anaranjado.

Hay quienes piensan que el contacto con el aire del k’aank’ubul puede enfermar a los niños pequeños de diarreas o ictericia.

También se cree que el k’ankubul trae la lluvia caliente (k’ank’ubul- ja’) que marchita las plantas de la milpa.


ra/

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