Tiempo de vacaciones

La gran cantidad de gente que vi en Progreso me hizo recapacitar: Mérida se ve bastante vacía, pero en el sur de la ciudad la vida es diferente.

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Me queda claro que es tiempo de escribir mi artículo para el periódico, pero no me queda claro de qué tema. Las vacaciones son necesarias y hay que disfrutarlas, voy a intentar escribir sobre vacaciones. 

También puedo escribir sobre cómo comportarse durante una reunión de amigos, o cómo debo de ir vestido a una fiesta, o cómo debo de comportarme en un  velorio. Pero lo importante de un artículo es transmitirle al lector  algo  que le interese.

Pues bien, me fui al puerto de Progreso a ver cómo estaba la temporada de vacaciones que recién comienza y me encontré con grandes sorpresas. Lo primero que vi fue una gran cantidad de gente disfrutando del mar, todos reían, platicaban o  se sentaban a ver el panorama que hay alrededor.

Yo ocupé una silla debajo de una palapa en pleno malecón, ahí me ofrecieron desde una cerveza hasta un ceviche especial, pero mi intención desde luego era tomar una cerveza  y  conseguí el objetivo.

Vi cómo se gasta dinero, no sé si se tenga tanto, pero se gasta y se gasta bien, desde un refresco para la gente menuda hasta chevas para los grandes, todos consumen y buenas cantidades. Y bastante caro. 

Todos tienen ansia de divertirse, de pasar un rato con la familia  y los amigos que allí se encuentran; en fin, el tiempo parece no pasar, pero ya se han bañado en el mar, y se han tomado un tentempié que les permite seguir la reunión.

La gran cantidad de gente  que vi en Progreso me hizo recapacitar: ciertamente Mérida se ve bastante vacía, pero en el sur de la ciudad la vida es diferente, allí se sigue viviendo igual, o peor tal vez; allá son pocos los que se van al puerto, pero algo es verdad: en esta temporada persiste el deseo de ir a la playa. 

Lo que sí es cierto, es que ya vivimos en Mérida más de  un millón y medio de personas. Hay gente de todos los niveles, desde la clase media  alta y de recursos, hasta los empleados de primer nivel y los que carecen de medios. El comercio sigue su ritmo. La diversión también.

Felices vacaciones de Pascua.

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