Grata es la tarde cuando hay una buena charla con amigos, familiares o conocidos. Hay quienes logran convertirse además en el alma de la convivencia, compartiendo experiencias, intercambiando opiniones y con algunas de sus ocurrencias.

Este es el caso de un sujeto que responde al apelativo de “Don Pío” o Pío como le conocen sus más cercanos amigos.

Entre los diversos temas que se abordan en la ocasión sale a colación el de la comida y sus efectos hoy día en la nutrición y dieta de los yucatecos.

-Hoy vemos una de esas tortas italianas, súpertortas o qué se yo. Antes no había nada de eso, ni siquiera lo conocíamos. ¿Qué era eso de escuchar que alguien tenía diabetes o colesterol, o triglicéridos? Simplemente no había nada de eso. Y eso  que bien que comíamos nuestra manteca en las comidas y no pasaba nada.

Se culpa a la cocina regional, a la que se ha satanizado incluso de ser poco nutritiva para los habitantes. Pero a esto, don Pío replica:

-¡Los químicos!! Lo que pasa es que el enfermo además es flojo. Busca lo fácil aunque sepa que le hará mal.

Preferimos comprar refresco de cola que cuesta 9 ó 10 pesos el litro, en lugar de comprarnos esa rebanada de piña que cuesta 7 pesos y esa sí nutre.

Y remata: ¡Noo!, qué va, hay que pelar la rebanada, licuarla. Noo, mejor me compro mi refresco embotellado y ya…