Torpedean al alcalde

El alcalde Daniel Zacarías tiene el deseo de hacer bien las cosas, por lo que no se vale que por su falta de experiencia o su ego, algunos de sus colaboradores echen por la borda su labor.

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Hace unos días, Milenio Novedades  publicó varias notas en las que se señala que, aprovechando el foro que encontraron en las ceremonias alusivas al Día del Trabajo que se celebraron en el puerto de Progreso, sindicalizados hicieron del dominio público los abusos por parte de mandos medios de la autoridad municipal, léase directores, en el sentido de que algunos,  no es algo generalizado, inclusive los obligaban, aun a los líderes, a mantener la boca cerrada y no hablar acerca de lo que les parecía inadecuado en cuanto a sus labores. Una especie de ley mordaza, ya que, de no acatar la disposición, se harían acreedores a sanciones diversas incluyendo suspensiones de entre 5 y hasta 10 días. 

Resulta triste que en pleno siglo XXI y con tantas leyes que hablan de la equidad y el respeto a los derechos humanos sigan practicándose este tipo de conductas. El alcalde Daniel Zacarías Martínez ha realizado un buen trabajo al frente de la administración, al grado de que en los primeros meses sorteó con éxito la encrucijada de cumplirle con los servicios a la ciudadanía a pesar de encontrarse con casi nada de recursos en caja. Tiene el deseo de hacer bien las cosas, por lo que no se vale que por su falta de experiencia o su ego, algunos de sus colaboradores echen por la borda su labor.

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