'Trabaja de prisa para vivir despacio'

Cuántas personas sólo viven para trabajar y lo que sucede es que le tienen miedo al fracaso. Pero no han entendido que 'en la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada'.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

“Trabaja de prisa para vivir despacio”. Tal vez es la frase que tu mente te está enviando el día de hoy, pero no quieres aceptarla porque siempre vives corriendo y se te ha olvidado que lo único que al final de tu vida te espera es...¡tu sepultura! 

Es por lo cual, que podríamos darnos nuestro tempo para ser felices, gozando nuestro trabajo y disfrutándolo. Mi maestro en la primaria tenia una frase: “Pierde una hora por la mañana y la estarás buscando todo el día”. Pero la vida me enseñó a tomarme una hora libre al día y a disfrutarla, eso es para poder llegar a viejo.

Cuántas personas sólo viven para trabajar y lo que sucede es que le tienen miedo al fracaso. Pero no han entendido que “en la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada”. Porque todo fracaso es el condimento que le da sabor al éxito. El trabajo y sólo el trabajo disfrutado con gozo nos puede llevar al éxito. El único lugar donde el éxito viene antes que el trabajo es en...¡el diccionario!

Lo que sucede es que siempre estamos buscando hacer lo importante y se nos olvidan las cosas pequeñas e intrascendentes. ¿Comes para vivir o vives para comer? Tengamos presente que “comidas largas, crean vidas cortas”. Hay que recordar: “Lo insignificante es tan importante como lo demás”. Decir a la persona amada que la queremos; expresarle al amigo nuestro afecto y hacer aquella llamada por teléfono que hace años estamos posponiendo hacer. No me digas que no has tenido tiempo, no olvidemos que “nosotros matamos el tiempo, pero él nos entierra”. Es sano y saludable trabajar con nuestros pensamientos y llevar una vida gobernable en mente, cuerpo y espíritu. Nadie te puede lastimar tanto como lo hacen tus propios pensamientos. Es por lo cual que hay que entender que “El pensamiento es el corcel. La razón el jinete”.

¿Le das mantenimiento a tu mente, a tu cuerpo y a tu alma? ¿Se te ha olvidado reír? Hay que tener presente que “la risa es la distancia más corta entre dos personas”. Hoy podríamos reírnos de nosotros mismos, porque nos hemos descuidado y no hemos disfrutado esta vida que Dios nos dio. “La vida es un banquete, pero lo triste, es que nosotros nos estamos muriendo de hambre”. Tal vez eres un corazón estéril en lo afectivo porque no te enseñaron a dar y recibir amor. “En el corazón hay cuerdas que vale la pena hacer vibrar”.

Empecemos a manifestar nuestro amor a los seres que tengamos más cerca y terminaremos dando amor a todo ser viviente porque Dios depositó en nosotros la semilla del amor, para ser difusores de su amor. El hombre que no ama y no da su amor, es un cadáver ambulante con su ataúd a cuestas.

El amar es servir, el amar es dar, el amar es estar presente en el momento preciso cuando un ser humano nos necesite. “Las grandes almas son como las nubes, recogen para verter”. Hoy tal vez estás viviendo en tu egoísmo, y se te ha olvidado que el servicio es la máxima expresión del amor. Ser generadores de amor, ser creadores de ilusiones y ser difusores de esperanzas. Bien dice aquel eslogan publicitario: “En la fábrica hacemos cosméticos, en la tienda vendemos esperanzas”.

Huyamos del ser pesimista que llevamos dentro y empecemos a servir con amor. Al hombre se le ha definido como un buscador de la felicidad, pero no se ha dado cuenta que a veces la felicidad siempre lo está buscando a él.

Lo más leído

skeleton





skeleton