El tributo, el comercio y la expansión mexica

La Triple Alianza encabezada por Tenochtitlan extendió sus dominios hacia las costas del Pacífico, controlando el Soconusco así como las llanuras costeras del Golfo de México.

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En víspera de la declinación del periodo posclásico, la Triple Alianza encabezada por Tenochtitlan extendió sus dominios hacia las costas del Pacífico, controlando el Soconusco así como las llanuras costeras del Golfo de México.

En ese entonces las prósperas ciudades de los totonacas lucían espléndidas calles empedradas, complejos sistemas de canales para el riego y drenajes, huertos, centros ceremoniales amurallados, productos agrícolas como maíz, cacao, vainilla, una amplia variedad de frutas, algodón, maderas y otros productos. Desde entonces, los locales recibían periódicamente la incómoda visita de los recaudadores de tributo enviados por los mexicas. Además, los pueblos tributarios tenían la obligación de proteger y albergar a los mercaderes que cruzaban el área de expediciones promovidas desde el altiplano.   

Por otro lado, los huastecos, vecinos de los totonacas, desafiaban constantemente la estrategia de expansión mexica a pesar de los constantes enfrentamientos, pero los huastecos se mantenían inquebrantables e incluso se negaban a pagar tributo.  

En varios documentos coloniales se menciona a distintos tlatoanis a quienes se les imputa la conquista huasteca, pero ninguno llegó a consumarla.

En Oaxaca, los mixtecos lograron imponer sus condiciones de tributo y comercio, no así en algunas localidades tlapanecas en lo que hoy es el Estado de Guerrero. Se dice que el señorío de Teloloapan, rico productor de cacao, se negó a aceptar el paso de las caravanas comerciales protegidas por los mexicas, y fue víctima de la más cruel guerra ocurrida en aquel tiempo.

La población fue exterminada, incluyendo los perros y los guajolotes de la localidad, y posteriormente el señorío fue repoblado con colonos nahuas enviados desde el Valle de México. Las rústicas jefaturas de Yopitzinco nunca fueron sometidas, incluso estaban emparentados lingüísticamente con los apaches. Estos guerreros llegaron a atacar ocasionalmente a los pueblos tributarios  e incluso a las guarniciones de los mexicas. 

En el occidente la Triple Alianza encontró una frontera impenetrable, pues el reino tarasco, regido por otra Triple Alianza  formada por Ihuatzio, Tzintzuntzan y Pátzcuaro, se extendía por todo Michoacán y parte de los actuales estados de Guerrero, Colima, Jalisco y Guanajuato.

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