Tula y el dios Quetzalcóatl

La presencia de Quetzalcóatl entre los mayas y los mixtecos es la razón por la que se hace mención de Tula en sus relatos, señalando que sus antepasados venían de aquella ciudad.

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Además de la importancia de los vestigios materiales con características toltecas, Tula. En el hoy estado de Hidalgo, dejó una huella profunda en los pueblos mesoamericanos y su prestigio estuvo ligado al poder político y a la idea de civilización.

Los toltecas estaban íntimamente ligados a su señor, el legendario Quetzalcóatl, pero el primer rey maya quiché de Guatemala fue confirmado en su cargo por Quetzalcóatl, a quien los quiché llamaban Kucumatz. Como los mayas, los mixtecos decían que Quetzalcóatl fue quien propició la fundación de las dinastías que gobernaron en el Postclásico, incluso  el gran rey Ocho Venado había viajado a Tula para ser confirmado.

La presencia de Quetzalcóatl entre los mayas y los mixtecos es la razón por la que se hace mención de Tula en sus relatos, señalando que sus antepasados venían de aquella ciudad.  

Por otro lado, gran parte de los pueblos nahuas  del siglo XVI señalan que Tula fue el lugar de origen de sus linajes gobernantes: los chalcas, los tetzcocanos, los cholutecas, los cuauhtinchantlaca, los mexicas y otros más.  

La  presencia de Tula y Quetzalcóatl en la ideología de los pueblos mesoamericanos no se debe solamente al papel que jugaron los toltecas de Tula en sus actividades mercantiles y a la fuerza militar, sino al significado de su etimología. La palabra Tula o Tollan significa juncal, como la gran aglomeración de gente característica de una urbe. Es decir, se hace referencia a una ciudad maravillosa, mitológica, habitada por dioses como Quetzalcóatl y Tezcatlipoca. Tula es un término incluyente de ciudades reales o históricas como Cholula, Culhuacán, Tenochtitlan y Tula (en Hidalgo), pero lo común en todas estas Tulas es su prosperidad, su dimensión urbana, su alto grado de civilización y la sabiduría y la religiosidad de sus gobernantes. Tula era la ciudad por excelencia, la ciudad maravillosa,  y es muy probable que el prototipo de todas las Tulas haya sido la más grande, poderosa y próspera ciudad del México antiguo, es decir, Teotihuacán. Recordemos también que en Teotihuacán se iniciaron la tradición urbana nahua y el culto a Quetzalcóatl, pero en Tula, Hidalgo, se fortalecieron el mito y nuevas ideas relacionadas con el ejercicio del poder. 

El gobernante de Tula llevaba el nombre del dios Quetzalcóatl y tenía el poder para confirmar en su cargo a soberanos de otras ciudades, perforándoles el setum nasal con una garra de águila y otra de jaguar.

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