Turismo e innovación

Hace unas semanas, tuve la oportunidad de participar en un evento organizado por la Red Global...

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Hace unas semanas, tuve la oportunidad de participar en un evento organizado por la Red Global de Conocimiento de la Organización Mundial de Turismo en la Ciudad de México. El tema fue: “Innovación en Turismo: conectando la teoría con la práctica”.

Una reunión realmente inspiradora y enriquecedora donde participaron miembros de la Red de Conocimiento, académicos, funcionarios y empresarios que se encuentran realizando acciones de innovación en el campo del turismo.

Probablemente cuando pensamos en innovación lo primero que nos viene a la cabeza es el uso de nuevas tecnologías para el sector, sin embargo, la innovación va más allá de eso y probablemente sea más sencillo aplicarla de lo que pensamos.

Primero, necesitamos entender que es la innovación. Etimológicamente el término proviene del latín innovare, que quiere decir cambiar o alterar las cosas introduciendo novedades. Muchas son las definiciones teóricas de innovación y su aplicación en diversos ámbitos; a mí una de las que más me gustan es la de Peter Drucker, uno de los padres del Management, que hace énfasis en que la innovación es “el análisis sistemático de los cambios para transformarlos en oportunidades de negocio”. 

Sin duda alguna el turismo es un sector de cambios constantes, y para innovar es necesario entender estos cambios. Pensar diferente, y actuar en consecuencia, o como se dice en inglés “think out of the box”. Y para ellos es necesario entender los cambios y necesidades en la demanda, y generar productos que satisfagan esos cambios.

Una de las discusiones más interesantes del Foro fue el futuro y cómo gestionarlo; los expertos mencionaban que en otros sectores, como el automotriz o el aeronáutico, las empresas innovan porque conocen muy bien las tendencias y lo que pasará en el futuro, y viven desarrollando nuevos productos que serán comercializados 5 o 10 años más tarde. En el turismo, cuyo negocio es “manufacturar memorias y crear experiencias”, muchas veces somos reactivos a los cambios presentes pero no evaluamos ni generamos el futuro, por lo que la innovación se da a medias.

También se mencionaba en el foro que la innovación generalmente viene del sector empresarial, pero que es muy necesario tener funcionarios innovadores, profesores de universidades innovadores, y organizaciones sociales innovadoras. Y los casos en turismo son pocos.

Entonces mi reflexión se basa en cuál será el futuro del turismo en Quintana Roo, y que tan preparados estamos como sector (en la empresa, en el gobierno, en la sociedad civil) para empezar a desarrollar productos turísticos con una visión de futuro, no sólo reaccionando a las necesidades actuales de la demanda. Desde mi punto de vista los cambios generacionales, las nuevas tecnologías, la nueva legislación, los efectos del cambio climático, la necesidad de interacción del turista con la naturaleza y la cultura viva, el back to basis, el lujo descalzo, y otros temas importantes no han sido analizados a profundidad en el sector.

¿Cómo identificamos, pero sobre todo, cómo construimos el futuro en el turismo en nuestro estado? ¿Y cómo hacemos para que todos estos actores del sector, dejemos de ser reactivos y dejar de estar en el “business as usual” para innovar y desarrollar opciones para las nuevas generaciones que serán los consumidores de un futuro que se ve cada vez más cerca?

Si queremos tener destinos competitivos, debemos innovar y mirar hacia adelante, adaptándonos a los cambios antes de que estos sucedan. 

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