Un amigo que supo ser médico
El Dr. Ávila Várguez fue un importante impulsor de la Dermatología yucateca y un hombre esforzado, disciplinado y comprometido con la vida.
A mediados de febrero de 1983, poco antes de iniciar la especialidad de Dermatología, tuve la oportunidad de asistir a la sesión inagural de la Sociedad de Dermatología y Micología del Sureste, A.C., realizada en el Hospital Militar de Mérida y que fue conducida por un dermatólogo de gallarda figura, bajo de talla pero alto en entusiasmo: el Dr. Juan José Ávila Várguez.
Años después, al concluir mi preparación profesional, ingresé a esta Sociedad y de inmediato el Dr. Ávila me invitó a ser presidente de la agrupación, en vista de que el puesto no resultaba muy atractivo para la mayoría de los socios, pues sólo significaba trabajo y la satisfacción por el alto honor de haber servido a la Sociedad; por eso él fue tres veces presidente. De esa manera inicié una buena amistad con Juan José, que ha terminado el día 5 de marzo de este año, cuando lamentablemente falleció, pero que se mantendrá con su familia los años que me resten de vida.
El Dr. Ávila Várguez nació el 10 de marzo de 1944, en Tzucacab, donde inició sus estudios de primaria y los concluyó en la escuela Fabián Sansores, de Tekax; la secundaria y la preparatoria las realiza en Mérida, luego se dirige a la ciudad de México para estudiar Medicina en la Escuela Médico Militar y posteriormente Dermatología, completando su formación en el Instituto de Enfermedades Tropicales.
De regreso a Mérida, trabaja en el Hospital Militar con el rango de teniente coronel de 1977 hasta 1987, cuando se jubila de esta institución; en 1983, en colaboración con los pocos dermatólogos de ese entonces y otros médicos afines a esta especialidad, funda la Sociedad de Dermatología y Micología del Sureste, A.C., que a partir del 2006 se convirtió en el Colegio de Dermatólogos de Yucatán, A.C., cuyos objetivos han sido: fomentar la actividad académica y la convivencia familiar de sus socios; siempre estuvo comprometido con el buen funcionamiento de esta asociación.
Fue también un activo socio de la Academia Mexicana de Dermatología, A.C., de la que era miembro de su Comité de Honor y Justicia. Fue de los primeros que añadieron a la Dermatología Médica la práctica de la Dermatología Cosmética en Yucatán.
Contrajo matrimonio con Rosario López Sosa y procrearon dos hijos, Juan y Luis; a decir de uno de ellos, su padre fue protector, proveedor, motivador y generoso; con sus amigos siempre obsequió esta última cualidad, por lo que tuvo muchos. Fue un excelente cocinero, quizá por eso su hijo Juan es un conocido chef. Luis es un destacado oftalmólogo.
El Dr. Ávila Várguez fue un importante impulsor de la Dermatología yucateca y un hombre esforzado, disciplinado y comprometido con la vida, la que disfrutó y compartió generosamente con su familia, amigos y pacientes. Una vida que deja huella y algunas cicatrices porque también practicó la cirugía. Con la mano derecha extendida y los dedos en la sien, despedimos al teniente coronel y dermatólogo.