El anuncio de Nerio Torres Ortiz de que no se reelegirá como dirigente del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV), luego de más de  40 años, debe ser tomado por los demás líderes sindicales como motivo de reflexión.

Alguien ya dio el primer paso, se va con el respaldo unánime de sus socios, en estado lúcido, y con logros que presumir; en cambio hay otros líderes sindicales no sólo a nivel local sino nacional que aún no entienden que la temporalidad del poder no es sinónimo de eterno.

Una prueba de que no todos llegan a este nivel de pensamiento, es revisar la reciente marcha del 1 de mayo por el Día del Trabajo en Mérida y comprobar que hubo añejos dirigentes sindicales que ni caminar pudieron el Paseo de Montejo junto con sus gremios ante su avanzada edad y los años que ya llevan al frente de estas agrupaciones. ¿Cómo o quién manejará esos sindicatos?

“Ha llegado el momento para dedicarme a mi familia y a mi salud, pero quiero que sepan que no podré, ni queriendo, estar lejos de ustedes, con quienes he compartido la mayor parte de mi vida”, señaló Torres Ortiz hace unos días al oficializar ante los taxistas la decisión de retirarse, misma que había postergado al menos desde 2001 ante el arribo de Patricio Patrón Laviada al Gobierno del Estado porque sabía que venían tiempos muy duros y el Frente Único necesitaría de él para enfrentarse con la autoridad y negociar los proyectos.

Ahora que la organización está bien y los tiempos están estables, él se va.  Es importante que otros líderes sindicales, que incluso se excusan de que salen afectados con la reciente reforma laboral, tomen en serio la palabra reflexión.

Será interesante revisar los perfiles, y saber con base en qué se decide la permanencia de los eternos dirigentes. ¿Qué, no hay jóvenes líderes con iniciativa que tengan la capacidad de proponer estrategias de mejoras para estos sectores?

La agenda de la semana

Por otra parte, esta semana la ciudadanía no debe perder de vista el lío de las luminarias en Mérida que seguro continuará enfrentado otra vez a priistas y panistas, revisar los antecedentes del caso y ver las nuevos intereses sobre el manejo del dinero público.