Un gobierno constructor

Con una inversión estimada de 169 mil mdp para la construcción de un nuevo aeropuerto, impactarán a empresas que integran los 31 sectores de la industria de la construcción y la creación de 160 mil empleos.

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Las alas sirven para volar… y también para aterrizar.- El columnista

Que Enrique Peña Nieto sabe qué hacer con el gobierno y cuándo hacerlo no me cabe la menor duda. Que ha trazado con todo cuidado su ruta crítica es la impresión que deja el anuncio de sus proyectos, inmediatamente después de su segundo informe, entre los que sobresale la construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México, que será sin duda su magna obra de infraestructura.

Porque hay que reconocer que existe una gran diferencia entre los gobiernos que planifican y los que no lo hacen, como evidentemente sucedió con los doce años en que gobernó el PAN, que algunos califican como la docena perdida, por lo menos para el desarrollo económico del país. Y es justamente la incapacidad de Fox para construir ese aeropuerto la primera evidencia clara sobre sus graves deficiencias.

Así, después de un primer tercio en el que la importancia fundamental giró en torno a los cambios legislativos, reformas estructurales e impositivas, que el Ejecutivo declaró formalmente superado, podemos esperar que en el segundo tercio de su gobierno la obra pública constituya el detonante para reactivar nuestra actividad económica y contribuya a la ampliación de nuestro mercado interno.

Pues con una inversión estimada, para esta obra, de 169 mil millones de pesos serán impactadas las empresas que integran los 31 sectores en los que incide la industria de la construcción y con la creación de alrededor de 160 mil empleos tanto directos como indirectos se incrementará de manera importante la demanda de bienes de consumo.

Lo novedoso del caso es que la edificación aeroportuaria resulta completamente autofinanciable, pues la deuda que se contrate para ella no será pública o gubernamental sino que estará a cargo de la empresa del Gobierno Federal que administre este nuevo aeropuerto y será cubierta con sus ingresos. Los primeros mil millones de dólares serán ejercidos en su totalidad en lo que resta de este año y en 2015.

Pero hay que recordar que al impulso de expansión económica de esta construcción hay que agregar el impacto regional que provendrá de las demás obras de infraestructura anunciadas con antelación de las que el TT (Tren Transpeninsular), programado para iniciarse en 2015, apunta a ser el de mayor impacto en la vida económica de la península yucateca.

En el aspecto productivo hay que destacar también la disposición de 40 mil millones de pesos que en forma de créditos serán destinados por el Gobierno Federal a los productores agropecuarios en condiciones preferenciales, es decir sin otra garantía que la propia producción y a tasas blandas, en ningún caso superiores al 10% anual.

Lo que será complementado con las modificaciones y ampliaciones presupuestales anunciadas a los programas sociales que se aplican como el de “Oportunidades” que renace en “Prospera” para garantizar su eficiencia en el combate a la pobreza.

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