Un obradorista en el súper

“Compro MILENIO todos los sábados, nada más para leer su colaboración y saber si va a escribir contra López Obrador”, me dijo un hombre en la fila.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Me sucedió hace 20 días y esperaba la ocasión para contarlo aquí. Fui a un supermercado cercano a mi casa y compré unas pocas cosas. Cuando me formé para pagar, adelante de mí se encontraba una pareja, un matrimonio treintañero de clase media alta. 

Entonces, él se me quedó viendo con cierta insistencia y de pronto me inquirió: “¿usted escribe para MILENIO?”. Ante mi respuesta afirmativa, en su boca se dibujó una sonrisa que pretendió ser amable, pero en su mirada se traslucía una intención burlona e iracunda. “Oiga, ¿puedo hacerle una pregunta? ¿Por qué siempre escribe contra López Obrador?”, me cuestionó sardónico. Le respondí que no siempre, pero él insistió, sin dejar de esbozar su contenida sonrisa: “¡Siempre... o casi siempre! Al menos dos de cada tres de sus columnas son en contra de López Obrador”. 

Su voz subía de tono y varias personas voltearon a vernos. La cajera estaba petrificada. Creo que me sonrojé al notar que éramos el centro de atención. Miré a la esposa del hombre que me interrogaba y la noté apenada conmigo. Pero él no cejaba en su perorata: “¡Usted y Luis González de Alba no hacen más que escribir en contra de López Obrador! No sé qué harían si no existiera”. 

Cuando le quise explicar mi posición como hombre de izquierda ante alguien que me parece un derechista disfrazado de progre, no me dejó hablar y continuó en lo suyo: “Compro MILENIO todos los sábados, nada más para leer su colaboración y saber si va a escribir contra López Obrador. ¡Hasta hago apuestas con mis amigos sobre eso y siempre les gano!”. 

Quise bromear y le dije que entonces debería darme una comisión de lo que se lleva en esas apuestas. No le gustó mi comentario, pero en ese momento su mujer lo jaló de un brazo y se retiraron. Todavía me espetó, casi gritando: “¡Este sábado lo voy a leer! ¡Estoy seguro que le va a tirar a López Obrador!”. 

Me limité a decirle adiós con un leve movimiento de mano.

Sé que son gajes del oficio, como sé que en cuanto el gobierno presente la iniciativa de reforma energética, AMLO va a saltar de nuevo a la palestra… y, ni modo, tendré que escribir otra vez de él.

Lo más leído

skeleton





skeleton