Aun cuando en el comercio formal no termina la venta de útiles escolares, porque aún es posible ver papelerías llenas de clientes realizando compras de última hora o abasteciéndose del material extra que las escuelas comienzan a pedir de acuerdo con las necesidades de cada materia, los empresarios formales hacen un llamado de alerta.

Esto, debido a que las calles de la ciudad se han visto inundadas de decenas de comerciantes informales que intentan aprovechar las Fiestas Patrias para comercializar el nuevo y el “viejo” material que les ha quedado de años anteriores.

La Cámara Nacional de Comercio de Mérida, que preside  José López Campos, ha advertido de la competencia ilegal que eso significa y pide a las autoridades municipales poner orden y un alto.

Si bien es un hecho que el comercio informal ocupa a miles de personas que por alguna razón no encuentran un empleo o bien son víctimas de las mafias de líderes que controlan el ambulantaje de productos diversos, como ocurre con las vendedoras chiapanecas que tienen así su modo de vida, también es parte de un negocio muy lucrativo para algunos. Qué tal la venta de elotes o de jugos. 

También es cierto que el comercio informal ha resentido la situación económica que el país está viviendo.

A ver qué hará la Subdirección de Mercados para atender este problema.