Una camioneta blanca
Como bien aconseja la maestra Carmen Garay: hay que checar tres fuentes en distintos medios de comunicación, sin relación entre sí.
El famoso mensaje sobre una camioneta blanca sin placas, con una cámara de refrigeración, pertenece a traficantes de órganos, que levantan jóvenes y niños para extraer sus órganos, ¿suena de película de terror no?
El texto se viralizó en cuestión de minutos a través de mensajería instantánea (Whatsapp) y redes sociales virtuales, promoviendo una alerta, que más bien alteró a muchos.
Ese día recordaba los efectos que tuvo la narración de la Guerra de Dos Mundos de Orson Welles de 1938 a través de la señal de radio, causando euforia en los radioescuchas y ahora 76 años después, con más herramientas para comprobar datos, todavía nos pueden llevar al baile, al menos el caso de la camioneta blanca lo mostró en tiempo real.
Este tipo de datos que se comparten por parte de usuarios de las tecnologías de infocomunicación, sin ningún tipo de filtro o mínimo análisis, nos reveló la poca madurez que tenemos para manejar información de esta naturaleza.
Episodios como éstos nos dejan una gran lección: hay que verificar información antes de “paniquearse” y como bien aconseja la maestra Carmen Garay: hay que checar tres fuentes en distintos medios de comunicación, sin relación entre sí, testimonios de ser posible, más la fuente OFICIAL. Simple y seguro para evitar rumores y desconcierto en la sociedad. Amén.