Una consulta insuficiente
La posibilidad de crear en México un equipo de inteligencia requiere la consulta a Rusia, el Mossad judío y el G-2 cubano.
Antes de que Enrique Peña Nieto asumiera la Presidencia, su equipo de transición estuvo hablando con especialistas y autoridades de varios países para ver la posibilidad de crear en México un servicio de inteligencia dedicado a la detección de operaciones, estrategias, rutas geográficas, laberintos cibernéticos, llamadas telefónicas y gerifaltes de la delincuencia organizada.
Con las limitaciones de cada dependencia, esa tarea la vienen realizando la PGR, el Cisen, el Ejército, la Marina, la Secretaría de Hacienda, el SAT y la Policía Federal.
Para que un mismo cerebro haga el trabajo, dice el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se ha consultado a expertos de Estados Unidos, Colombia, Francia, Inglaterra, España y Centroamérica.
La idea es buena, pero la exploración insuficiente: la complejidad del problema y la seriedad del proyecto exigen que también se tomen muy, pero muy en cuenta, opiniones y sugerencias de los cubanos y su G-2; de Rusia y lo que fue la KGB soviética, así como las del Estado judío y su envidiable Mossad…