Una ley para pulir

Este mes se conmemoran importantes fechas en torno al medio ambiente...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Este mes se conmemoran importantes fechas en torno al medio ambiente, como el “Día Mundial de la Vida Silvestre”, el “Día Internacional de los Bosques” y el “Día Mundial del Agua”. Todos están relacionados con la biodiversidad, aunque lamentablemente “manoseados” en favor de unos cuantos.

El 25 de octubre del año pasado la senadora del Partido Verde Ecologista, Ninfa Salinas Sada, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, presentó la iniciativa que expide la Ley General de Biodiversidad, la cual reforma disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, en tanto abroga la Ley General de Vida Silvestre.

El principal objetivo es, según sostuvo la promotora, “proveer a México de un instrumento legal que abarque la biodiversidad en sus tres niveles: genes, especies y hábitats”. Su propósito era que fuese aprobada durante la COP 13 realizada en diciembre, en Cancún, y que se difundiera como “un logro de México”.

Pero los expertos brincaron al instante. Óscar Vélez Ruiz (siempre interesado en temas ecologistas de Quintana Roo), considera que, de haberse aprobado en ese momento, hubiera sido una “lamentable vergüenza” para el país frente a la comunidad internacional debido a la “incongruencia” y al “contenido disimulado” de preservar la diversidad, sin una consulta pública de por medio.

Otros especialistas han asegurado que urge revisar y actualizar la Ley General de Vida Silvestre, pero no abrogarla. Porque el proyecto en cuestión deja mucho que desear respecto de la protección y la conservación de la fauna silvestre, ya que permite (y por lo tanto fomenta) la posesión de ciertas especies como “mascotas”, entre otras aberraciones.

Aunado a ello, apunta Vélez, hay conceptos que no están empatados con los de otras normatividades coligadas; no hay armonización con otras leyes sectoriales relacionadas, ni ligas de cooperación en la distribución de competencias con otras dependencias gubernamentales, lo que provocará confusión.

Al revisar las críticas, poco se menciona sobre las medidas para salvaguardar las Áreas Naturales Protegidas. Ni se diga acerca de las acciones de inspección o la vigilancia para proteger aquellas zonas marinas, pues son sitios de relevancia ambiental no solo para la nación, sino para el planeta.

La biodiversidad también implica una cuestión de reconocimiento al valor y la importancia de las tradiciones de comunidades indígenas, con todos sus derechos, aunque la propuesta tampoco es vinculante al respecto. Una barbaridad que atentaría contra millones.

En definitiva, el proyecto en mención debería pulirse con otros actores, antes de que se cometa una equivocación de gran magnitud.

Lo más leído

skeleton





skeleton