Usurpadores de la amistad

En nuestra sociedad mexicana, los principales obstáculos para que las personas puedan desarrollar su potencial de talento suelen ser 'los amigos'.

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No basta con tener talento; es necesario que los demás te permitan tenerlo. ¿Verdad, amigos míos?- Nietzsche

Esta frase de Nietzsche evoca la posibilidad de ser talentoso y que los demás te permitan desarrollar esa potencialidad para demostrarlo. En segundo, al final de la frase, cuando formula la pregunta ¿verdad, amigos míos?, aparece un juego entre la amistad y quienes se dicen amigos sin realmente serlo.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, talento es la capacidad para entender y desempeñar algo o también la persona inteligente o apta para determinada ocupación. Entonces podríamos considerar que ninguna persona que se considere amiga se debería oponer a que otra persona que intenta desarrollar su talento. No obstante esto, Nietzsche, conocedor de esta ambivalencia, lanza esta frase llena de ironía. Parece jugar con los sentimientos de envidia de las personas.

La amistad real y verdadera no tendría que oponerse al talento del amigo. Pero en nuestra sociedad mexicana, los principales obstáculos para que las personas puedan desarrollar su potencial de talento suelen ser “los amigos”. Aquellos que diciéndose “incondicionales” harán todo lo que tengan a su alcance para oponerse a que el talentoso pueda desarrollar esa virtud y todo lo que conlleva realizarlo. 

La intriga, la maldad, la mentira y cualquier otro antivalor, aunque no siempre sea así, en algunas ocasiones pueden tener un determinado objetivo: el miedo a competir y perder. La inseguridad de algunas personas puede ser también la causa de esa maldad.

Hay ejemplos de los que se dicen amigos y terminan siendo los principales obstáculos para que la persona pueda potencializar y desarrollarse. Reza la frase popular: “¡Si esos son tus amigos, para qué quieres enemigos!”. Ellos, los que se dicen amigos, suelen ser los primeros en provocar descalabro o zozobra. Las personas debemos tener la suficiente madurez para saber quiénes son verdaderos amigos e identificar también a los usurpadores de la amistad. Elbert Hubbard expresa: “Existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento, es el talento de reconocer a los talentosos”. 

El trastocamiento de los valores que plantea Nietzsche se actualiza. Fernando Savater refiere: “Hoy día ser envidiado es un valor, una forma de prestigio, porque, en definitiva, quien nos envidia nos ofrece un relativo homenaje”. Es el colmo, un descaro, un cinismo ¡hasta dónde hemos llegado!

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