Valor público en Quintana Roo

Hay palabras que de tanto escucharlas o leerlas pierden fuerza. Ya las ha dicho tanto el locutor que es como si dijera...

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Hay palabras que de tanto escucharlas o leerlas pierden fuerza. Ya las ha dicho tanto el locutor que es como si dijera por enésima vez la hora o anunciara otro comercial. Ya se publicaron tantas veces en periódicos y revistas que difícilmente decidimos leer una nota cuyo encabezado contenga esas palabras.

Esas palabras tan usadas y desprestigiadas ya no comunican, y como ejemplo voy a mencionar un par de palabras de ese tipo: Servicios Públicos.

Recuerdo cuando leí por primera vez un artículo sobre el Valor Público. Es un concepto simple. Para definirlo me permito transcribir un texto de la CEPAL: La idea de Valor Público remite al valor creado por el Estado a través de servicios, leyes, regulaciones y otras acciones. Pero también, se crea valor sobre todo a través de transacciones individuales con los ciudadanos, garantizando sus derechos, satisfaciendo sus demandas y, prestándoles servicios de calidad.

En las encuestas que se realizan (a nivel federal) para valorar la confianza de las personas en las instituciones, generalmente el Ejército y la Marina obtienen los primeros lugares. La gente cree que cumplen su trabajo. Tiene una opinión favorable sobre su desempeño, especialmente de la Marina. Y aunque estas instituciones gastan en publicidad oficial, este capital no es tan abultado como el de otras dependencias de gobierno. Por lo tanto, considero que su prestigio se deriva de que la gente percibe que estos servidores públicos sí trabajan.

No sucede lo mismo con el sector salud o con el rubro de seguridad pública en los diferentes niveles de gobierno. En nuestro estado no hay hospitales públicos suficientes. Los que existen presentan serias deficiencias, y tampoco tenemos la seguridad pública que nuestro Quintana Roo necesita.

Estas instituciones no generan valor público. Peor aún, a pesar de que a través de los impuestos que pagamos sostenemos esos servicios, cuestan mucho y son ineficientes. Y considero que si la función principal del Estado es brindar seguridad, es particularmente importante el trabajo público en relación a los servicios directamente relacionados con la vida y la libertad, es decir, la salud y la seguridad.

Desafortunadamente, para Quintana Roo las estadísticas en el tema de seguridad no son halagadoras. De acuerdo a la base de datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional del Sistema de Seguridad Pública en el Avance en Evaluaciones de Control de Confianza, nuestro estado sigue en el penúltimo lugar (marzo 2014). Las fuerzas policiales estatales y municipales de Quintana Roo son de las últimas en certificarse en control de confianza.

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