¿Vendo mis acciones?
Es muy importante que siempre esté informado de si conviene o no hacerlo.
Las afore reciben del IMSS las aportaciones de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, efectuadas por patrón, trabajador y Estado, y las registran en una cuenta individual para luego ser transferidas a una siefore.
Cada afore opera cuatro siefore básicas e invierte en ellas el ahorro de los trabajadores.
Se invierten en la Siefore Básica 4 los recursos de quienes tienen 36 años de edad o menos; en la Básica 3, de quienes tienen entre 37 y 45 años de edad; en la Básica 2, de quienes tienen entre 46 y 59 años de edad, y en la Básica 1, de quienes suman 60 años o más.
Al recibir la siefore los recursos, entrega a cambio de ellos el número de acciones que correspondan al ahorro recibido; acciones que se compran al precio vigente ese día.
Realmente, el ahorro de los trabajadores nunca está en pesos y centavos, por razón de la compra de acciones comentada en el párrafo anterior, y así permanecerá hasta el día en que sea necesario convertirlas en efectivo, en moneda nacional.
Cuando usted desee conocer cuánto dinero tiene en su cuenta individual, pida informes a su afore o ingrese al portal electrónico y observará el dato convertido en pesos y centavos.
Sin embargo, los pesos y centavos que observe en el documento o en el portal electrónico son el resultado de multiplicar el número de acciones que ha acumulado por el precio de la acción en ese día.
Para convertir sus acciones a moneda nacional, la afore debe venderlas nuevamente a la siefore que haya recibido su dinero y que las pagará al precio que tengan en el mercado el día de la venta.
Sus acciones sólo pueden venderse por los siguientes motivos: para el pago de la comisión que le cobra la afore por la administración de su cuenta individual; cuando pida ayuda para gastos de matrimonio o por desempleo; cuando cumpla la edad para cambiar de siefore, o cuando usted lo solicite; cuando se cambie de afore; cuando solicite a la afore un servicio que tenga costo; cuando llegue la edad de su retiro y se tenga que disponer de sus recursos para comprar una pensión o por negativa de pensión.
Durante el tiempo que su dinero esté convertido en acciones, el valor de ellas puede subir o bajar todos los días.
Aunque la tendencia a mediano y largo plazos es al alza en su valor, es conveniente saber que, si observa en su estado de cuenta, en un resumen de saldos o en un reporte de movimientos un importe menor del que antes tenía, ello refleja que el valor de sus acciones ha bajado temporalmente y, en ese momento, la prudencia aconseja no vender y esperar a que suban de valor y luego, entonces sí, vender.
La decisión de vender o no vender siempre será de usted, por ello es muy importante que siempre esté informado de si conviene o no hacerlo.