La imagen es escalofriante, La Parca Guerrerense 2013. Un hombre disfrazado con una máscara de calavera, que no es de azúcar ni de Catrina: parece más bien el cráneo de un narcoejecutado. Y un hacha en la mano a manera de guadaña para descargarla en el lomo del primer traidor o represor que se cruce en el camino. Cubre el torso con una chamarra deportiva con capucha y el cierre abierto para que el mundo lea la consigna sobre la camiseta blanca de algodón: “Vengo por ti Espartaco”.

Espartaco, el comandante de la Policía Federal que encabezó el limpio y exitoso operativo para liberar la Autopista del Sol el 5 de abril y para obligarlos a replegarse el 11. A ellos, los maestros guerrerenses de la CETEG, reforzados por los grupos de autodefensa, simbolizados por la sombría Parca 2013.

Con esa imagen, la CETEG ha emplazado hoy al Congreso de Guerrero. Si no reforma el artículo 29 y, esencialmente, crea un organismo estatal que se encargue de la evaluación educativa (es decir, de que los maestros se evalúen), La Parca esparcirá el infortunio. Y Espartaco es número uno en la lista.

La Parca calcula que tiene 20 votos amarrados de los perredistas a los que hace dos sábados fue a apedrearles la casa. Necesita otros cuatro, que al parecer saldrán de Movimiento Ciudadano, para levantar el hacha victoriosa y dejar en paz por ¿días, semanas, horas? al gobierno, diputados y alumnos guerrerenses.

En otras partes se diría que es presión con palos, fierros y armas. Aquí, ellos lo llaman democrática defensa de la educación pública.

Carajo.