El viaje más largo

A veces, tenemos ciertos compañeros por breves jornadas, a veces otros, en largos trechos; apreciando siempre ese acompañamiento desinteresado y amoroso.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El viaje más largo es el que se hace hacia el interior de uno mismo.- Dag Hammarskjold, político sueco                                    

Abrirse a horizontes nuevos provoca reacciones defensivas; para superarlas se necesitan valor y tiempo, no es cuestión de un día. 

El camino del autoconocimiento y crecimiento se encuentra no sólo en lo extraordinario sino en la vida cotidiana. Hay que darse cuenta de cuán valioso es el llamado “día normal” para saborearlo, bendecirlo y aprovecharlo sin tener la mirada puesta en un mañana espectacular y perfecto. 

El autoconocimiento es responsabilidad de cada quien; sin embargo, es más fácil cuando se realiza en compañía de un amig@. Al caminar juntos podemos compartir preocupaciones y esperanzas, darnos ánimo cuando alguno decae, disfrutar momentos de descanso y festejar al cerrar alguna etapa y comenzar un nuevo tramo del camino. 

Desde una perspectiva de fe, caminar juntos es signo de la presencia de Dios que nos acompaña para llegar a la meta de nuestra existencia humana. El nos ayuda, como en el camino de Emaús, iluminando nuestras experiencias con su Palabra. 

Caminar juntos expresa la confianza en el respeto mutuo sin ninguna imposición. A veces, tenemos ciertos compañeros por breves jornadas, a veces otros, en largos trechos; apreciando siempre ese acompañamiento desinteresado y amoroso. 

En la persona humana conviven comportamientos opuestos como los que nacen de  la bondad, solidaridad y compasión, pero también los que se originan en el egoísmo que lleva a muchas formas de abuso y violencia. Tenemos ansia de horizontes y espacios sin límites, como el águila real, y, sin embargo, somos incapaces de remontar el vuelo impedidos por el temor, por la confianza herida y la autoestima maltrecha… Estamos cargados de contrastes, de luces y sombras, por lo que es bueno saber que el camino del propio conocimiento y crecimiento es un verdadero reto con obstáculos que duele reconocer y superar. Ese camino está ligado a la llamada del otro que quiere ser alguien conmigo y así explorar nuevos horizontes en la búsqueda de mi verdadero ser.  

¿Ya estás en el viaje? O ¿qué te detiene? El tiempo está corriendo…  

¡Ánimo! Hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton