La vida es ¡ahora!

Amarse a sí mismo no es un tema nuevo, es un mandato de Dios. Reflexionar acerca del amor a uno mismo y el amor al prójimo y practicarlo inflama y abre nuestro ser a una vida mejor.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

¡Gloria a Dios en las alturas y paz  a los hombres de buena voluntad!- Mensaje divino                                                         

Es importante reconciliarnos con la vida, con nuestra vida, porque solamente así nos desligamos interiormente del pasado e interrumpimos el círculo del dolor, la rabia y los reproches. Va a la par con querernos y perdonarnos a nosotros mismos y ser más compasivos y solidarios con los demás sin experimentar la vida como una exigencia desmesurada. 

Amarse a sí mismo no es un tema nuevo, es un mandato de Dios. Reflexionar acerca del amor a uno mismo y el amor al prójimo y practicarlo inflama y abre nuestro ser a una vida mejor, más digna de ser vivida, más llena de gozo y de paz. Cada día nos ofrece una nueva posibilidad de vivir. Estamos inmersos en un mar de sorpresas y nuevos desafíos; tomemos conscientemente esa nueva oportunidad. 

Lo vivido hasta ahora pide ser comprendido y aceptado para vivir a plenitud ¡HOY!, por eso es bueno e importantísimo reconciliarse con el pasado, con lo sufrido, con lo desafortunado, para “estar” en el momento presente; éste sí que es REAL; es único e irreversible porque ahí está, está sucediendo y corriendo hacia el pasado. La vida fluye inexorablemente. En la singularidad de cada momento brota el futuro y se nutre el pasado. 

La vida diaria nos regala muchas tareas y responsabilidades, grandes y pequeñas, a veces ni sabemos con claridad, qué es lo más importante: la actividad en sí o sólo el resultado. Por ej. “que no me olvide de comprar todo para festejar la Navidad” o “si la fiesta saldrá bien y el festejado estará presente en el lugar privilegiado que le corresponde”. 

A mí me pasa que, a veces, me encuentro funcionando como “robot”, entonces me detengo, respiro hondo y poco a poco me sereno y me digo: sólo existe este precioso y valioso momento. Y sé que de instante en instante haré todo lo que necesito hacer. Me ayuda recordar que lo que he llegado a ser termina en el momento actual y lo que me gustaría ser y hacer comienza en ese mismo instante. Ahí está la fuerza vital. 

No nos confundamos más. Percibamos la vida ¡AHORA!. Ahí está el punto de llegada y de partida. Estamos vinculados a la vida ¡AHORA!.  

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton