La virtud
Pensar en la existencia de un sano estado de salud no obliga a afirmar que va de la mano con un excelente estado formativo.
Definiciones.- Iniciaré el desarrollo de este tema con dos definiciones acordes con el fondo del mensaje que pretendo transmitir; en ese sentido la Real Academia Española tiene dos definiciones, las cuales provienen del latín: virtus, -utis: cuya primera definición es: “Actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos”, y la otra “Disposición de la persona para obrar de acuerdo con determinados proyectos ideales como el bien, la verdad, la justicia y la belleza”.
Comportamiento.- El comportamiento social se ha convertido en un tema de incesante escritura o contenido en los mensajes de distintos personajes, tan es así que inclusive se han generado hasta políticas públicas enfocadas con ese fin; es el caso que la formación de una persona hoy se encuentra bajo el escrutinio público, cuyo tema o tarea de ocupación lo son los diversos males que nos aquejan. Cabe señalar que no me refiero a las enfermedades que tienen relación con el estado físico o biológico de los seres humanos, sino más bien al estado social en que se encuentra toda persona y que tiene que ver con su comportamiento con y ante sus pares: los demás seres humanos.
Formación.- Pensar en la existencia de un sano estado de salud no obliga a afirmar que va de la mano con un excelente estado formativo; si bien es cierto que existen casos muy contados de situaciones de salud que afectan el comportamiento, también lo es que no lo son todos.
Modelo y/o prototipo.- Pero lo que hoy nos ocupa en estas líneas es hablar de aquello que estamos transmitiendo, aquello que de una u otra manera se está convirtiendo en “modelo” que en determinados casos es hasta “prototipo” para hacer o dejar de hacer las cosas.
Historia.- Han quedado ya como parte de la historia del comportamiento social aquellos pequeños detalles que nos hacían más cordial la convivencia social. Pongo de ejemplo: sin mencionar todos o algunos más, el intercambio que en el ámbito de la cortesía imperaba en nuestra comunicación cotidiana, me refiero específicamente a un buenos días, un cómo estás, el muchas gracias, el pase usted, etc. La intención no es llenarles de las cosas que parecen del pasado.
Reflexión.- Por eso hoy, ocuparme del término virtud sólo tiene la finalidad de colocarlos, si así lo desean, en hacer reflexión al respecto y finalizar como siempre: estamos perdiendo también la virtud de transmitir y obrar; ¿superamos esa etapa y ya la hacemos parte de la historia?