Vivencias por el Día del Padre
¡Disfruta la vida con sana alegría, comparte sus dones y siembra cariño, no mate tu espíritu la melancolía!
Mi padre me dijo
un día temprano:
¡Camina despacio, sigue un rumbo fijo,
no empuñes la mano y mira hacia el frente,
los pies en el suelo y arriba la mente!
Mi padre me dijo
a media mañana:
¡Pon amor y celo en lo que programas,
el trayecto es largo, la verdad amarga,
no claudiques nunca, no bajes la guardia!
Mi padre me dijo
entrando la tarde:
¡Escúchame, hijo; escucha al que te hable;
razona en silencio, después, sin alarde,
resuelve en justicia lo que Dios ya sabe!
Mi padre me dijo
cuando anochecía:
¡Disfruta la vida con sana alegría,
comparte sus dones y siembra cariño,
no mate tu espíritu la melancolía!
Mi padre me dijo
justo en el ocaso:
¡Busca una experiencia en cada fracaso,
que la vida, a veces, es un acertijo
y debes hallarle la respuesta, hijo!
Y hoy, que ya es muy noche,
cuando me despierta
el feliz recuerdo del fecundo viejo,
solamente tengo que hacerme un reproche:
¡no haber divulgado su sabio consejo!
Mérida, Yucatán, México.